Muchos los daban por muertos, los tildaban de proyecto acabado, cuando empezaron a venir mal dadas, pero los Lakers han vuelto a venirse arriba para cerrar muchas bocas y acabar con las críticas. Los bicampeones se han levantado de la lona y amenazan la hegemonía de los Spurs, líderes en la Conferencia Oeste. El conjunto californiano, guiado por un genial Kobe Bryant, se impuso la madrugada de ayer en el Staples Center a los New Jersey Nets para confirmar que tienen todavía mucha cuerda.
Ya no es sólo que Kobe Bryant sigue mostrándose como una garantía eterna, como demostró en el duelo ante los Nets con otros 27 puntos, y que sus escuderos habituales, Gasol y Odom, le acompañan. Las peores noticias para sus rivales, el resto de aspirantes al anillo, llegaron desde el banquillo. Los Lakers comienzan a funcionar como un equipo. El engranaje colectivo del plantel del sabio Phil Jackson ya no chirría. Y los angelinos empiezan a asustar.
Ante los Nets los Lakers, que ocupan la segunda plaza de su conferencia con cuatro victorias menos que los Spurs, no brillaron en exceso. Pero exhibieron una solvencia tremenda. Al margen de Bryant ys sus 27 puntos, la noche en el Staples sirvió para confirmar que Pau Gasol debe acudir al All-Star. el catalán aportó 20 tantos y nueve rebotes para ayudar a su equipo a solventar el trámite ante unos Nets que se sostuvieron en el marcador gracias a Brook López. Sus 35 puntos retrataron a Andrew Bynum, que parecía haberle tomado ya el pulso al ritmo de competición pero que ayer, una vez más, volvió a sembrar más dudas que certezas.
El partido sirvió para homenajear a dos de los jugadores que el pasado año ganaron el anillo de campeones con los californianos: Jordan Farmar y Sasha Vujacic, traspasados a los Nets, recibieron el cariño de un público que necesitaba recobrar la fe en su equipo.
Algo más que el apoyo de sus aficionados necesitarán los Lakers para cerrar un año más la fase regular como primeros del Oeste. Los Spurs marchan con paso firme. En la madrugada de ayer se impusieron en el duelo texano a los Mavericks con un gran Dejuan Blair (18 puntos y 13 rebotes) y la testimonial aportación de Tiago Splitter (1 punto en 15 minutos de juego).