Alicante. La 66 edición de la Vuelta a España que se disputará entre el 20 de agosto y el 11 de septiembre apuesta por el modelo de recorrido de 2010, e incluye seis etapas de montaña, con dos finales inéditos y el Angliru, una contrarreloj por equipos inicial y otra individual y el regreso al País Vasco después de 33 años de ausencia.

La organización de la Vuelta pretende mantener "el interés y la competitividad" hasta el último día, como en 2010 con la etapa de La Bola del Mundo, de ahí que haya apostado por un recorrido montañoso, "para escaladores", como coincidieron Carlos Sastre, Samuel Sánchez y Purito Rodríguez, y etapas con finales trampa que garantizan lucha entre los favoritos.

Es el caso de Valdepeñas de Jaén, con tramos de hasta el 27% en el último kilómetro, donde solo los más fuertes van a resistir, y del muro de Cañada Nueva, en El Escorial.

Después del estreno en la contrarreloj colectiva de Benidorm, sobre un recorrido de 16 kilómetros, una etapa de transición para sprinters, una ondulada y paso a la montaña, con Sierra Nevada como primer filtro de candidatos. Una etapa clásica que dará paso a la jornada de Valdepeñas, cota estrenada la pasada temporada por el vasco Igor Antón.

Dos etapas de perfil ondulado con finales en Córdoba y Talavera de la Reina acercarán la Vuelta al centro de la península, donde espera otro final áspero en la villa escurialense, con otra pared de apenas mil metros, con un porcentaje medio del 13% y máximo del 23.

La montaña vuelve en la segunda semana de carrera con el ascenso a La Covatilla, que acogerá la Vuelta por cuarta vez, una nueva oportunidad para los escaladores la víspera de la única contrarreloj individual de la ronda, que tendrá lugar en Salamanca con 40 kilómetros de recorrido.

Tras disfrutar de la primera jornada de descanso, el pelotón entrará en Galicia en busca de sensaciones fuertes. Cabeza de Manzaneda será el plato fuerte, un final inédito que presenta un largo ascenso de 30 kilómetros, apto para conseguir diferencias. Más suave será la siguiente entre Ponteareas y Pontevedra, con improbable sprint por el terreno ondulado.

La travesía de los Ancares será el principal atractivo de la decimotercera etapa entre Sarria y Ponferrada, a las puertas de las etapas asturianas que pueden decidir la Vuelta. Para empezar otra etapa con final de estreno, en Lagos de Somiedo y salida en Astorga.

El paso de La Farrapona, el puerto asturiano más alto, promete un serio desgaste a los corredores, con una subida de 18 kilómetros al 5,2% de media y rampas de hasta el 12%. Una cima que puede formar un cuarteto histórico con el Angliru, Lagos de Covadonga y Cotobello. "Puede ser la etapa reina", dijo el campeón olímpico Samuel Sánchez. Precisamente el Angliru, con sus temibles cuestas, abrirá la última semana de Vuelta, y se ascenderá la víspera de la segunda jornada de descanso. Siempre una cita de referencia en la ronda, con los escaladores ante su penúltima oportunidad. "Una etapa aliciente" para Igor Antón, el escalador del Euskaltel, especialmente motivado con el recorrido, ya que pasará por su "pueblo", Galdakao.

ascensión a urkiola En la fase decisiva también destaca el ascenso a Peña Cabarga, donde Purito Rodríguez se impuso en 2010, el mismo día que una caída dejó fuera de combate a Igor Antón a 6 kilómetros de la cima.

Cita histórica el 9 de septiembre. La Vuelta entra en el País Vasco tras una ausencia de 33 años, con la disputa de la decimonovena etapa entre la localidad cántabra de Noja y Bilbao. Urkiola será uno de los alicientes de esa jornada. De la capital vizcaína a Vitoria, la capital de Euskadi, que despedirá a un pelotón que se tendrá que trasladar a Madrid para cerrar la fiesta el 21 de septiembre. Una excursión de 94 kilómetros entre el Circuito del Jarama y la capital que coronará al sucesor del italiano Vincenzo Nibali.