Desde los primeros pasos, en los albores del siglo XX, hasta los últimos, que aún están por dar cuando una nueva década del tecnológico 2000 asoma, Euskadi ha ido trenzando partidos que engordan el potencial de una selección de envidiable nivel. Son un pilón de años de historia. Podrían haber sido más si el franquismo no hubiera mutilado una andadura que dio sus primeros pasos, muy incipientes, tímidos aún, cuando amanecía el pasado siglo. Pero es en la era moderna cuando la tricolor pone a funcionar una maquinaria cada vez con más peso, cada vez más reivindicativa, y por lo tanto, cada vez más fuerte. Eso sí, los dos últimos años con ese vacío en el calendario sin compromiso del combinado vasco han frenado una ascendente trayectoria. Olvidado ya eso, en este 2010 se recuperan los vuelos, que quieren ser más altos. "Queremos jugar otro partido esta temporada y organizar el Torneo de las Naciones en fechas FIFA", afirmaba el presidente de la Federación Vasca de Fútbol, Santiago Arostegi, en una entrevista concedida a este periódico a mediados de este mes.

Hasta tres amistosos se jugaron en 2006, un brillante año para Euskadi. El 20 de junio de 2007, la tricolor viajó fuera de sus fronteras después de 69 años y es en 1993 cuando los compromisos vascos empiezan a adquirir un carácter anual. Son algunos de los episodios de la historia de la verde camiseta euskaldun. 23 amistosos -y sólo tres derrotas- en la era moderna. El primero de ellos, en 1979. Fue en plena Aste Nagusia bilbaina, el 16 de agosto, e Irlanda fue el equipo rival. El encuentro no estuvo exento de polémica, ya que el Gobierno español prohibió que al inicio del duelo sonara el Gernikako Arbola, motivo por el que el entonces lehendakari Garaikoetxea abandonara el palco, gesto que fue acompañado por los presidentes de las Diputaciones y los alcaldes de las capitales vascas. Para ese compromiso, Osasuna fue el único club que se negó a aportar futbolistas. Mientras que en 1980, fue la Real Sociedad la que se negó a prestar a sus jugadores para el choque ante Hungría (1-5). En 1990, el club donostiarra, así como el Barcelona también pusieron pegas para jugar contra Rumanía (2-2), el Atlético de Madrid, presidido entonces por Jesús Gil, sí cedió a cuatro de sus futbolistas. Para el duelo de este miércoles ante Venezuela, también han existido trabas a la hora de contar con los jugadores; así Aritz Aduriz no ha gozado del permiso del Valencia.

El Tottenham fue el primer equipo inglés que se ofreció a enfrentarse a Euskadi. Eso sí, hubo que esperar a 1988 una vez que la tragedia de Heysel se apagara. A partir de 1993, el compromiso de la selección vasca se hizo anual gracias al parón de invierno y al convenio entre la AFE y la LFP. Fue el ejercicio de la Bolivia de Azkargorta en el nuevo Anoeta (3-1) y la inclusión de Lizarazu en las filas de la tricolor. Un guiño a Euskal Herria. Los contrincantes fueron adquiriendo mayor entidad: Rusia, Paraguay, Estonia y Yugoslavia sufrieron en el campo el ímpetu del equipo nacional vasco, fijándose San Mamés como sede permanente, salvo contadas excepciones. En 1999, Nigeria cayó humillada (5-1) y el entonces lehendakari Ibarretxe realizó una declaración institucional en favor de las selecciones deportivas vascas que sigue vigente. Marruecos, Ghana, Macedonia, Uruguay, Honduras y Camerún hilvanaron el camino hasta 2006, cuando la tricolor alcanzó la cifra récord de disputar tres amistosos en un mismo año. Por primera vez desde 1990, desde ese Euskadi-Rumanía que se disputó en marzo, el combinado vasco abandonaba las fechas navideñas para jugar un partido. Lo hacía en mayo y Gales se imponía por la mínima. Ese mismo año, se jugó contra Catalunya y Serbia.

En junio de 2007 se rompió con una sequía de 69 años sin jugar fuera del Estado. El equipo vasco viajó hasta Venezuela para imponerse por 3-4 en un capítulo grandioso de su historia. En el tradicional duelo de diciembre, el combinado vasco cambió por primera vez su nombre y pasó a llamarse Euskal Herria justo cuando la selección de Navarra decidió que quería tener su propio equipo. Después, llegaron 2008 y 2009 y se implantó el oscurantismo porque los jugadores euskaldunes dicen que no juegan más partidos. Por suerte, la historia se ha recuperado y el miércoles volverá a escribirse un nuevo episodio.