¿Le gusta el nombre que ha adoptado la selección vasca de fútbol, Euskal Selekzioa, para el partido del día 29 ante Venezuela?

Laselección de Euskadi debería llamarse selección de Euskadi. Así ha sidosiempre, y deberíamos sentirnos orgullosos. Se ha hecho poca justiciacon aquella Euzkadi de los años 30 que llevó el nombre del país por elmundo en un momento delicado.

Se va a reivindicar la oficialidad de las selecciones vascas.

Elartículo 16.6 de la Ley Vasca del Deporte de 1998, que dice que lasfederaciones vascas ostentarán la representación estatal einternacional, está anulado por el Tribunal Constitucional y a laespera de la sentencia del recurso. Todos los tribunales han tumbado alas federaciones vascas que se arrogaban la representacióninternacional. Además, si la tuviesen, alguien podría decir: "Organicensu propia Liga, compitan entre ustedes y olvídense de nosotros". Porqueaquí, no olvidemos, el jamón lleva lomo y hueso.

Serefiere a que Athletic o Real no podrían jugar en la Primera Divisiónespañola. No tiene por qué ser así: Gales tiene selección y el Cardiffmilita en la Liga inglesa. Además, mucha gente está dispuesta a esesacrificio.

Lo de Gales yEuskadi no es comparable. Pero hay otra cosa: por mucho que nosotros loqueramos, ¿los organismos internacionales lo van a aceptar? ¿Unproblema de un pequeño país de 2,2 millones de habitantes de la CAV, 3millones en el concepto de Euskal Herria, puede poner en duda elentramado internacional?

Islas Feroe son infinitamente más pequeñas y compite como selección.

PeroIslas Feroe no hace una desanexión. El tema es complejo. ¿Que lasselecciones vascas tienen representación oficial? Nosotros felices. Dehecho, la tienen y participan en competiciones no oficiales. Pero hayotro debate: ¿De qué hablamos? ¿De las selecciones vascas del ámbito dela CAV, que es el ámbito reconocido política y administrativamente, ode Euskal Herria, que no tiene reconocimiento político? ¿Y qué dicenlos navarros? En este debate, que tiene mucho de identitario y deemocional, hay que respetar las posiciones de todo el mundo, pero yo noveo claras las consecuencias positivas de la ruptura del actualsistema. Yo haría otra reflexión: la competición pierde pesoespecífico, y la ciudadanía cada vez practica más deporte para sentirsebien, para cuidar su salud, para desconectar de la tensión diaria…

Dice que es un debate identitario...

(Interrumpe)No. He dicho que entre los factores que se cruzan está el identitario.Porque, además, lo identitario es subjetivo: hay tantas identidadescomo ciudadanos.

Dentro delclima de confrontación política reinante en Euskadi, ¿no siente ustedque PSE y PP, con el fin de escenificar públicamente su pretendido"cambio", están utilizando el deporte vasco de forma partidista?

Eldeporte es una realidad social con una fuerza bestial y no puede serajeno a los debates y las realidades sociales. El deporte se hautilizado como una de las expresiones de las diferentes identidades. Enuna época, los éxitos eran de los ejércitos que ganaban guerras. Ahora,como por fortuna no hay guerras, reinventamos los héroes a través delos grandes deportistas, y a estos deportistas les colocamos unabandera… El deporte tiene esa carga. Pero este debate no me interesa.Lo que me interesa es que cada vez se haga más deporte y en mejorescondiciones. Hay una gente que hace una labor fundamental, que son losayuntamientos vascos: tenemos que sentirnos orgullosos de losequipamientos y de las infraestructuras deportivas que tenemos.

Jaime Lissavetzky dijo en una entrevista a DEIA que él ve imposible que Euskadi compita oficialmente.

Porqueconoce las estructuras del deporte, y los intereses que en él semueven. Por ejemplo, el Mundial de fútbol que se ha otorgado a Qatar. Yen esas estructuras no podemos olvidar que somos un granito de arena.En nuestras mejores previsiones, entre 21 y 30 deportistas vascospodrán ir a los Juegos Olímpicos de Londres, y no porque no les llamendesde la Española, sino porque no consiguen los objetivos de marcas.

¿Irá usted al Euskadi-Venezuela?

Sin duda.

¿Y el lehendakari?

No,en su agenda tiene la recepción que ofrece a la sociedad vasca,prevista para el 29 de diciembre antes de que se organizase el partido.

¿Qué cantidad aportará el Gobierno vasco al partido?

Colaboraremoscomo se ha colaborado históricamente, comprando entradas y espaciospublicitarios. Pero este partido tiene que tener capacidad deautofinanciación.

Hace un año usted comentó que el partido de Euskadi le parece un bolo. ¿Lo mantiene?

Esel partido que es. ¿Un bolo? Pues sí, es un amistoso al que no acudentodos los jugadores que podrían, por ejemplo Aduriz, porque carece decobertura oficial. Y es un partido en fecha extraña: se juega el 29 dediciembre y el 2 de enero hay Liga. Por tanto, sepamos de qué hablamos.Yo bolo llamo a todos los partidos amistosos, y en ese sentido, el deEuskadi lo es, sin menospreciar.