buenos aires. El tenista español Carlos Moyà no pudo contener la emoción en el homenaje que recibió ayer por su reciente retirada del tenis en activo en un partido de exhibición que ganó ante el argentino Guillermo Cañas en la superficie rápida del Buenos Aires Lawn Tennis Club.
Moyà, de 34 años, emocionó hasta las lágrimas tanto a su pareja Carolina Cerezuela, que estaba en la tribuna, como al público, que le adoptó por su juego y carisma como a un ídolo después de ganar en 1995 en Buenos Aires su primer título profesional. "Este es el día que uno espera que nunca llegue, pero la vida es así, tuve una despedida soñada, en una pista llena y con grandes amigos", dijo un emocionado Moyà después de vencer a Cañas por 4-6, 6-1 y 7-2 en un tie-break que sustituyó al tercer set.
El momento más emotivo llegó cuando Moyà, con los ojos llenos de lágrimas, recibió el reconocimiento del argentino Luis Lobo, que fue su entrenador en el último tramo de su carrera. El balear ganó 557 partidos de los 856 que jugó.