Bilbao. Después de una semana de muchas celebraciones tras haber conseguido su segunda txapela en el Campeonato del Cuatro y Medio, Juan Martínez de Irujo tuvo en el día de ayer una nueva prueba de fuego. Sin apenas tiempo para asumir el cambio de la jaula al Manomanista, el de Ibero saltó al Astelena eibartarra con la misma intención de siempre, la de ganar. Partía como favorito, como casi siempre, pero más aún tras haber conseguido vencer a Barriola el pasado domingo. Era una incógnita saber cómo llegaría el delantero al encuentro, después de haber estado con dolor de garganta en los últimos días, pero demostró que en el estado de forma en el que se encuentra da prácticamente igual quién sea su rival. En frente, Patxi Ruiz, que llegaba al partido con más tiempo de preparación y sin haber tenido una semana tan ajetreada como la de su rival.
El dinero salió a favor del colorado y eso no varió en ningún momento, ni cuando después de un muy buen arranque inicial, el zaguero de Lizarra, gracias a un buen saque, consiguió un parcial de 5-0 favorable a sus intereses. El hecho de que los apostantes siguiesen confiando en el de Ibero dejaban claro que, pese a las circunstancias, seguía siendo el favorito. A muchos les vendría a la mente lo ocurrido en la final del Cuatro y Medio. En aquella ocasión la desventaja del de Ibero alcanzó los siete puntos. El resultado en ambas ocasiones fue el mismo, ya que consiguió darle la vuelta al marcador y acabar imponiendo su superioridad.
Con el 0-5 en el marcador, llegó el turno de Irujo con el saque. A partir de ese momento el delantero cogió confianza y se mostró demoledor. Solo necesitó unos pocos minutos para igualar a cinco el luminoso, en parte, gracias a dos tantos de saque y a los fallos que comenzó a cometer Patxi Ruiz. Lo vivido en la parte inicial del choque fue la tónica general que se vivió a lo largo del duelo, ya que fue un encuentro de rachas y en el que ambos pelotaris cometieron muchos errores que impidieron la continuidad del juego.
irujo, con paso firme Una vez que el de Ibero consiguió ponerse por delante, siguió a lo suyo, con un gran servicio y ampliando la ventaja hasta situarse 13-7 en el marcador. Parecían muy nerviosos los dos pelotaris, que no gozaron en el golpeo y eso provocó numerosos fallos. Irujo continuó consolidando la diferencia y, aunque con el 20-10 el de Lizarra intentó acortar distancias, no consiguió inquietar al de Ibero y el encuentro finalizó con un tanto directo de saque.