BILBAO. Robredo, que no partía entre los primeros pre-clasificados, ha logrado su primer triunfo en Bilbao, donde también llegó a la final en la primera edición, en 2008 y cayó ante Fernando Verdasco. Almagro ha caído de nuevo en una final en la capital vizcaina, su segunda consecutiva, ya que el año pasado perdió frente a Juan Carlos Ferrero.

Esas dos primeras ediciones del Masters de Bilbao, torneo de exhibición con voluntad de llegar a forma parte del circuito ATP, se jugaron en la cancha de La Casilla, mientras que la de este año ha sido en el nuevo Bilbao Arena, un espléndida instalación a la que los 5.500 espectadores que han acudido le han dado un buen aspecto en cuanto a público asistente.

El choque de hoy estuvo a la altura de una final, por la calidad del juego de ambos tenistas y el interés suscitado en la grada. Especialmente brillante y disputado fue el primer set, igualadísimo hasta que el de Hostalric se impuso en la 'muerte súbita' por un más que ajustado 8-6.

Fue ese golpe el segundo punto de set del catalán en un parcial en el que ambos jugadores se mostraron muy sólidos con su saque al principio y que se animó a partir del empate a 3. Ahí, a una primera rotura de servicio de Robredo (3-4) respondió rápido Almagro (4-4) para restablecer una igualada que alargó casi todo lo que pudo.

La derrota del primer set la acusó Almagro, que se descentró un tanto y pronto en el segundo set cedió de nuevo su saque. Lo hizo en el cuarto juego y ya no pudo con un Robredo crecido y especialmente motivado en un torneo que empieza a tenerle como uno de sus jugadores favoritos. A pesar de lo pronto que se desniveló, la segunda manga también ofreció algunos golpes brillantes como la primera, en la que el murciano pareció más poderoso con la pegada y el gerundense más sólido, centrado y decidido.

Robredo se ha llevado el torneo desde la posición más difícil, ya que ha tenido que ir superando desde los cuartos de final sucesivamente a los tres primeros cabezas de serie. Primero al serbio Iván Ljubicic, el número 3; después, en semifinales, al gran favorito David Ferrer, aunque con lesión del valenciano de por medio; y, finalmente, en el partido decisivo a Almagro, segundo pre-clasificado.

El murciano había superado en cuartos al prometedor canadiense que entrena con Galo Blanco Milos Raonic, llegado de la previa, una de las novedades de este año del torneo bilbaíno, y en semifinales al alemán Philippe Kohlschreiber.

En la ceremonia de entrega de premios, le impuso la 'txapela' a Robredo el alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna, y a Almagro le entregó el trofeo el capitán español de Copa Davis Albert Costa, quien acompañó durante el fin de semana al nuevo director técnico del torneo, Alberto Berasategi.