LIETUVOS RYTAS El Amin (11), Gecevicius (8), Newley (2), Bjelica (19), Nalga (8) -cinco inicial-, Babrauskas (10), Valanciunas (4), Jasikevicius (11) y Bajramovic (15).
BARCELONA Rubio (8), Grimau (2), Ingles (11), Morris (3), N"dong (4) -cinco inicial-, Sada (5), Lakovic (12), Navarro (6), Vázquez (27) y Lorbek (9).
Parciales 19-13, 21-21, 20-21, 28-32.
Árbitros Belosevic (SER), Boltauzer (ESL) y Zamojski (POL). Eliminaron por cinco faltas a Ricky Rubio.
Pabellón Siemens Arena. 9.250 esp.
vILNIUS. No pudo vivir una jornada peor el actual campeón de la Euroliga. Su derrota en la visita al Lietuvos Rytas le apartó definitivamente de la pelea por el liderato del Grupo C después de que dicho puesto se lo asegurase un Montepaschi que se impuso al Fenerbahce. Ahora, el equipo de Neven Spahija se convierte en el rival del conjunto dirigido por Xavi Pascual en la pugna por una segunda plaza en la que el cuadro otomano parte con ventaja. Fenerbahce y Barcelona tienen el mismo número de victorias y el basket average es favorable a los turcos. Por ello, el equipo culé tiene que ganar en la última jornada al Montepaschi y esperar una derrota del Fenerbahce en casa contra el Cholet. Misión muy complicada para el actual campeón, que puede verse relegado al tercer puesto.
El Barça acusó un mal arranque de partido durante mucho tiempo ante un Lietuvos muy constante en ataque. Los blaugrana fueron a remolque durante toda la primera parte, en la que llegaron a perder por 11 puntos (40-29), aunque consiguieron ajustar el marcador antes de llegar al descanso con un triple sobre la bocina de Sada (40-34).
Al inicio del tercer cuarto una mejora notoria en el tiro, con un gran Fran Vázquez, permitió empezar a comer puntos a los lituanos y poco a poco los blaugrana equilibraron la contienda.
El premio para los blaugrana era seguir optando al liderato y Fran Vázquez encontró en Ricky Rubio al socio perfecto para ir machacando el aro del Lietuvos y conseguir rebotes que acabaron siendo decisivos. Juntos dieron la vuelta al marcador y con el 50-52 y parecieron encontrar el camino.
No fue así. Los lituanos reaccionaron rápido y dieron un claro mensaje a los catalanes: no iban a tirar la Euroliga por la borda ni a regalar nada. Bjelica volvió a coger las riendas dentro y el gran Jasikevicius se encontró a si mismo.
El guión del partido derivó en un encuentro de canastas constantes con un buen juego en ambas canastas, como si de Top 16 se tratara. Partido a diez minutos, al que se llegó con 60-55. Los lituanos se crecieron y el Barça lo pagó caro. Jasikevicius fue el ejecutor de un cuadro culé que necesita casi un milagro para ser segundo de este Grupo C de la Euroliga.