vitoria. El revuelo con el que el jueves se asimiló la detención de Marta Domínguez y otros trece sujetos relacionados con una supuesta red de dopaje en el atletismo español desembocó ayer en un alud de declaraciones en las que muchos de los principales referentes del deporte nacional quisieron defender la limpieza de la mayoría ante la evidencia de que no son pocos, ni de poca relevancia, los deportistas que han echado mano de sustancias prohibidas para mejorar su rendimiento competititivo. A pesar de que la Operación Galgo ha supuesto un duro golpe, uno más, a la credibilidad del deporte estatal, decenas de figuras de diversas modalidades deportivas y responsables políticos y federativos salieron ayer a la palestra para defender la higiene de la mayoría. "El 99% de los éxitos de nuestros deportistas están fuera de cualquier sospecha", aseguró el secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzki, consciente de que la credibilidad de todo el sistema se encuentra en entredicho ante la opinión pública.
En una jornada marcada por la paulatina liberación de los detenidos (cinco de los catorce se encontraban a última hora de ayer ya en la calle), políticos y deportistas se expresaron con meridiana claridad y dos ideas fijas: por un lado, que no todos los deportistas recurren al dopaje, por el otro, que quienes lo hagan deben pagar las consecuencias. Fue el mensaje que repitieron desde el piloto de Fórmula Uno Pedro Martínez de la Rosa hasta el presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco.
"Esto hace mucho daño al deporte ya que el caso al final acaba salpicando a todo el deporte en general. Cuando sale alguien y despunta y después salen estos casos, surgen las dudas sobre otros deportistas. Eso es un poco triste", manifestó David Cal, campeón olímpico de piragüismo en Atenas y subcampeón en Pekín. "Los que han engañado, que cumplan sus penas, parece que no todos competimos con las mismas reglas", declaró, un tanto dolido, Manolo Martínez, tantas veces compañero de Marta Domínguez y capitán de la selección española de Atletismo. El lanzador de pesos leonés, pese a la situación, no quiso poner la mano en el fuego por la atleta palentina. "Estoy a favor del inicio del proceso. Tanto las autoridades deportivas como el juez tienen todo nuestro apoyo. Aunque parezca lo contrario, esto es una luz al final del túnel, un alivio para los que estamos compitiendo respetando las normas", aseveró.
En realidad, el panorama pinta muy oscuro para Domínguez, a quien la directiva de la Federación Española de Atletismo ha retirado de manera cautelar de su cargo como vicepresidenta del organismo. "Es un secreto a voces que por fin empieza a salir a la luz. Muchos nos alegramos enormemente", manifestó el subcampeón europeo de 5.000 metros, Jesús España, que en cierto modo dejó entrever que en el mundo del atletismo se sospechaba de las prácticas de Domínguez y su actual preparador, César Pérez. "A este señor se le conocía como el camello de la Blume", desveló ayer Mariano Díez, antiguo entrenador de la atleta, quien aseguró haberle avisado de que no le convenía asociarse con Pérez.
Marta, pese a todo, hizo caso omiso al consejo. Ahora es una de las catorce imputadas de un proceso en el que también están con el agua al cuello el atleta Alberto García, el ciclista Alberto León y el siempre controvertido alquimista Eufemiano Fuentes.