vitoria. "Este año mi objetivo no es ganar tantas carreras. Estoy centrado en mejorar, en seguir creciendo, en acercarme día a día a los mejores especialistas a nivel internacional y poder hacer de una vez por todas un buen Mundial", afirmó recientemente Javier Ruiz de Larrinaga.

Pues bien, el corredor alavés tendrá mañana domingo un importante test en el que calibrar si ha conseguido la mejoría que esperaba. La cita internacional de Igorre es sin lugar a dudas la prueba del algodón. En la localidad vizcaína estarán los mejores del mundo y ahí no hay engaño posible. Loyo podrá comprobar si está más cerca de belgas y holandeses como se había marcado o si por el contrario la distancia se mantiene.

El de Amezaga es consciente de que está ante una cita clave. "Igorre es una carrera superimportante para cualquier corredor de aquí y es una prueba en la que no nos preocupamos ni por el tiempo ni tampoco por los rivales. En otros lugares salimos a ganar y aquí salimos a hacerlo lo mejor posible", afirmó el corredor del MMR-Lizarte.

De momento, el alavés está firmando una temporada sobresaliente. Ocho triunfos a sus espaldas y eso que el objetivo fijado no eran los triunfos, más el liderato en la Copa de España le sitúan como la principal referencia de los ocho corredores españoles presentes en la cita. No en vano, el de Zuia es el corredor más laureado de la temporada nacional, y afronta su primer envite en una prueba de la Copa del Mundo en un excelente momento de forma.

Loyo está en uno de los tramos claves del curso. Buena prueba de ello es que va a afrontar la friolera de cinco carreras en ocho días, y ha afinado su preparación para llegar en las mejores condiciones. "Para mí ha sido una semana de recuperación. Hice muchos esfuerzos la semana pasada entre entrenamientos y carreras, y en ese sentido he ido mucho más suave hasta este jueves a fin de llegar fresco a estos días de competición. Son unos diez primeros días de diciembre clave, desde Igorre hasta el final de la Copa de España en Alcobendas, pasando por pruebas internacionales como Asteasu o Puente Viesgo", apuntó el alavés.

Sin embargo, pese a llegar en su mejor momento, Ruiz de Larrinaga es consciente de que el trazado de Igorre no se adapta a sus características. La prueba vizcaína vuelve a apostar por un circuito clásico, de fuerza y técnica donde el barro volverá a estar presente un año más cuando los casi cincuenta inscritos arranquen el próximo domingo a las 15.30 horas, en horario típicamente europeo.

SALE DESDE ATRÁS Por otro lado, el hecho de partir algo más atrás de lo habitual por tener un bajo ranking hasta el momento, fruto de la imposibilidad de salir al extranjero, no quita el sueño al zuyano. "Salgo a correr con la tranquilidad que me da haber conseguido victorias y buenos resultados durante todo lo que llevamos de temporada. No me preocupa mucho el hecho de salir detrás en la parrilla y tampoco hacerlo mucho más alejado de la cabeza que Murgoitio, pues es algo con lo que tenemos que convivir y al final sólo hay que esperar que nos acompañen las fuerzas y poder dar lo mejor de mí", sostiene Larrinaga.

Por último, el ciclista de Amezaga considera que "no afecta" el hecho de que la carrera se dispute a las 15.30 horas en lugar de a la una de la tarde, como es habitual. "Esto nos servirá de adaptación de cara a las Copas del Mundo que nos esperan en la segunda parte de la temporada", concluye el campeón de España.