Dani Sordo probó ayer un Mini WRC, que podría ser su nuevo equipo, tras su salida de Citroën. El cántabro, que no tiene volante desde el final de la pasada temporada, se puso a los mandos del Mini Countryman WRC de la escudería Prodrive. Es el segundo piloto que prueba el Mini en Cerdeña, donde también ha sido conducido por el norirlandés Kris Meeke, único piloto oficial de la escudería.
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