barcelona-real madrid faltan dos días

Pep Guardiola decreta la ley del silencio para no caer en la maniobra de Mourinho, que en todas sus etapas como entrenador ha apostado por lanzar los dardos y subir los decibelios en clave de desestabilización.

Un estratega maquiavélico

"eL Camp Nou nunca me perdonará que le dejara sin la Champions del Bernabéu". La antepenúltima soflama de José Mourinho -la penúltima fue su circo con las tarjetas en Amsterdam- forma parte de su estrategia de incendiar todo partido que lo requiera, y más tratándose del que, para la prensa afín a ambos clubes, se percibe como el combate que jamás existió. Como cada seis meses. El entrenador luso sabe que, subiendo decibelios y encrespando a su enemigo, introduce un elemento ambiental que puede contribuir a jugar el duelo en un espacio ajeno al balón y que también suele reportar réditos. Lo hizo en su última visita al coliseo culé con el Inter y, visto el resultado, no ha dudado en reeditar planteamiento. Todo lo contrario al escenario propuesto por Pep Guardiola, que ha ordenado un absoluto mutismo entre sus muchachos, aunque Tito Vilanova, su mano derecha, lanzó hace días un mensaje con claro destinatario: "Sólo puedo entender que un técnico quiera ser más protagonista porque no ha vivido la sensación que viven los jugadores. Que le gustaría ser futbolista pero no lo fue nunca". Las maneras del luso tampoco son nuevas, puesto que desde su etapa inicial en el Oporto se ha desgañitado en lanzar dardos a diestro y siniestro. Manolo Preciado ha sido una de sus últimas víctimas pero la nómina de mártires es extensa.

como entrenador del oporto

Rijkaard, su primera víctima tras abandonar el Camp Nou

Despechado por la manera en que salió del Barça, donde llegó como ayudante de Robson en 1996, la conquista de la Champions con el Oporto le condujo a buscar su primera diana aún en el club luso. En una ronda continental de octavos disparó contra Rijkaard: "En cien años el Barcelona ha ganado una Copa de Europa; yo lo he hecho en tres años como mister. Como jugador él hizo cosas fantásticas, ganando mucho, y yo nada. Pero como entrenador yo me he llevado ya muchos títulos, y él cero". Durante ese partido Drogba fue expulsado y Mourinho acusó al técnico holandés de bajar en el descanso al vestuario del árbitro sueco Frisk para presionarle. Poco después, el colegiado colgaría el silbato tras recibir amenazas de muerte.

como entrenador del chelsea

Tachó de "voyeur" a Wenger y siguió obsesionado con el Barça

Durante su estancia en Londres no perdió ocasión de generar polémicas de diverso voltaje con los grandes de la Premier. Para empezar, con Ferguson: "No tengo nada contra Sir Alex lo que sea", dijo con ironía. "Quizás cuando yo tenga 60 años, lleve 20 entrenando en un mismo campeonato y tenga el respeto de todo el mundo, tendré el poder necesario para hacer temblar un poco a la gente", añadió. A Arsene Wenger le acusó de ser "un voyeur. Le gusta mirar a otros. Hay personas que, cuando están en casa, tienen un telescopio para observar a otras familias". Con Rafa Benítez mantuvo un cruce tras la victoria del Chelsea en la Carling de 2005, mandando callar a la afición red: "¿Tres años son ganar una Liga? No creo que yo tuviese ya trabajo". Aseguró asimismo que el jugador del Reading Stephen Hunt había lesionado "adrede" a Cech, y calificó de "marcador de hockey" un 5-4 logrado por el Tottenham ante el Arsenal. Pero desde tierras inglesas su obsesión seguía siendo el Barcelona. Cuando le apeó en Champions gracias a un gol de Terry en falta, que Collina no vio, buscó a los aficionados azulgranas entre la grada de Stamford Bridge para lanzarles un beso. Ésta fue una de sus perlas: "Barcelona es una ciudad cultural, con teatros importantes, y este chico (en referencia a Messi) ha aprendido muy bien la comedia (por un rifirrafe con Del Horno)". E incluso para vanagloriarse de sus éxitos (aunque no se aupó con la orejuda pese a la fuerte inversión en fichajes) se jactó ante su propia entidad: "Tuvo que venir un entrenador de un país del tercer mundo para que ganarais un título que se os escapaba hace ya 50 años". No en vano, ésta fue su carta de presentación: "I"m the special one (Soy especial)".

como entrenador del inter

Contra el "jubilado" Ranieri y la "prostitución intelectual"

La Juventus fue su objeto de broma favorito. En un directo televisivo dijo que el área juventina medía 25 metros y calificó de "jubilado" a Ranieri, con quien se cebó: "Tiene 70 años, es demasiado abuelo para cambiar". "Si a mis jugadores les pongo Gladiator (como hacía Claudio) llamarían al doctor preguntándole si estoy loco. Ha olvidado que no son niños". "Ranieri habló una vez y fue feliz, después habló por segunda vez y fue feliz, una tercera y fue más feliz. Yo he hablado una sola vez y se ha enfadado. Tres a uno para él, pero mi gol ha sido precioso". "Me han preguntado si vi el partido de la Juventus, pero es que tenía calamares para cenar". Así una y otra vez. Ya en su última temporada, cuando el Inter se quedó con nueve ante la Sampdoria, se dirigió a las cámaras cruzando las muñecas; y en otra ocasión en que empujó a un periodista, afirmó que "espero que me envíe un regalo de Reyes porque le he hecho famoso". Bien conocidos fueron sus enfrentamientos con el mister de la Roma Luciano Spalletti y con el del Catania, Pietro Lo Monaco. De éste dijo que no le conocía "a no ser que se trate del Gran Premio de Fórmula 1", algo parecido a lo que hizo con Gregorio Manzano nada más recalar en Madrid. También tuvo para el Milan: "Nosotros tenemos un Inter Channel con 45.000 abonados. Ellos, tres canales y un periódico. Y la Juventus tiene Tuttosport. Hay un grandísimo trabajo organizado para manipular a la opinión pública. Se trata de una prostitución intelectual". A ambos les sacudió cuando el Inter remontó en un 4-3 ante el Siena: "Milan y Juve eran felices en el minuto 88, y en el 93, pero en el 95 alguna televisión salió volando por la ventana". Cerró el ciclo recordando al Barça el arbitraje de Ovrebo ante el Chelsea pero obvió el realizado en la pasada semifinal en el Meazza por su socio Benquerenca, al margen de recurrir a Luis Figo como escudero en la Ciudad Condal. Un ingrediente más para cocinar la crispación en el entorno. Acabó gestualizando a la grada del Camp Nou mientras se encendían los aspersores.

como entrenador del real madrid

Un puñal hacia Villa, guerra con Preciado y los deditos a San Siro

En el banquillo blanco se ha agudizado su obstinación con el Barça, con el beneplácito mediático madridista, aspecto éste donde Guardiola sabe que no debe entrar porque es una guerra perdida. Retomó la cantinela de que los culés juegan más contra diez que el Real Madrid cuando la estadística de la temporada pasada le quitó la razón, igual que cuando señaló que los horarios impuestos por la televisión perjudican más a los merengues. Insinuó que el del clásico ha sido establecido por sugerencia del de Santpedor, personalizó al sostener que "Iniesta no merece el Balón de Oro" y se metió con Villa sin aludirle: "Otros grandes jugadores que han costado muchísimo dinero, como Benzema, no hacen un gol a nadie". Ante el Auxerre cargó contra la actitud en el trabajo de su jugador Pedro León, "no es ni Zidane ni Maradona"; se ha enfrentado a pie de campo con compañeros de profesión como Luis García y Pochettino, por no hablar del archiconocido embiste contra Preciado, al insistir en que el Sporting despreció el partido del Camp Nou por usar suplentes. Su regreso a San Siro no pudo ser más despectivo al sacar a pasear sus dedos brazo en alto en alusión a sus títulos con el Inter. Su "vete a la mierda" al árbitro Paradas Romero se saldó con una sanción que ha servido para engordar su autoestima.

Mientras, Guardiola insiste: "¿Ha nombrado a alguien? Pues no tengo nada que decir. Lo mejor es que esté en silencio". Para él el fin no justifica los medios.

Mourinho sonríe en el Camp Nou, ante la presencia de Guardiola.

Colocó en su diana a Ferguson y Benítez mientras engordaba su obsesión con el Barça

Gracias a su batalla con Preciado ha conseguido acaparar protagonismo y acrecentar más su ego

barcelona-real madrid faltan dos días

las frases de "mou"

"Si quisiera un trabajo fácil me habría quedado en Oporto, con el trofeo de la "Champions"; Dios y después de Dios, yo"

"Barcelona es una ciudad cultural, con teatros importantes, y este chico (Messi) ha aprendido la comedia"

"Wenger es de esos tipos que, cuando están en su casa, tienen un gran telescopio para ver qué hacen las familias"

"Estudio italiano cinco horas al día. Ranieri ha estado cinco años en Inglaterra y aún lucha para decir buenos días"

"Sólo uno de 21 no me quería dar el "honoris causa". Es normal, tampoco Jesucristo caía simpático a todos"

"Si te entrenas junto a Cambiasso y Zanetti y no mejoras es que sólo tienes una neurona y no funciona muy bien"

"Me preguntaron si vi a la "Juve". Duré hasta el gol de Amauri, dado que me esperaban los calamares para cenar"

"No quiero un jugador que sea perfecto como hombre y profesional, esa persona es la que pretendo para mi hija"

"También hay otros (en referencia a Villa) que, como Benzema, han costado mucho, y no meten un gol a nadie"

"Gracias a Dios, me falta modestia. No soy hipócrita, diplomático ni tampoco pelota. Ese es mi mayor defecto"