pamplona. Sea o no un tópico hablar de final anticipada, el encuentro que esta tarde mide a Juan Martínez de Irujo y Abel Barriola podría -y puede- ser la final del Cuatro y Medio allá por el 12 de diciembre. Pero por ahora es el primer partido de la segunda jornada de la liguilla de semifinales, al que ambos contendientes llegan ya con un triunfo en su haber. Es decir, una segunda victoria pondría a quien gane con pie y medio en la final, e incluso mañana podría asentar los dos pies -matemáticamente- según el resultado que se dé en el encuentro entre Titín III y Gonzalez en el Adarraga de Logroño.
Alicientes le sobran al partido de esta tarde. La afición lo sabe y va a responder llenando un Labrit que lleva días con todas las entradas de asiento vendidas (con precios que oscilaban entre 20 y 40 euros) y que va a ofrecer un interesante festival que tiene como prólogo (a las 17.30 horas) el duelo entre los hermanos Olaizola, con Asier formando pareja con Begino y Aimar haciendo lo propio con Patxi Ruiz.
A continuación, y televisado por Nitro, llegará el plato fuerte, el duelo más esperado, el que mide a dos pelotaris en gran momento de forma, el que promete espectáculo. Se vio el miércoles en el Labrit, cuando el delantero de Ibero y el zaguero de Leitza congregaron a 500 espectadores para una elección de material, algo poco común para un partido de liguilla de semifinales.
Ambos pelotaris llegan en una situación similar, tras sufrir para alzarse con el triunfo en el primer encuentro de liguilla. A Irujo le hizo sudar Titín III lo suyo (22-17 en el Adarraga), pero el delantero de Ibero, que partía como gran favorito para alzarse con el torneo, no falló. Situación parecida vivió Barriola en el Labrit el pasado sábado, cuando supo mantener la calma y reponerse de un mal inicio ante el labortano Sebastien Gonzalez para terminar con el mismo marcador, 22-17, que su rival de esta tarde.
Juan Martínez de Irujo sabe que Abel Barriola llega en un gran momento, tras cuatro triunfos consecutivos en la jaula. El delantero de Ibero, que ve una "igualdad máxima" entre él y Barriola, es consciente de que el peligro del leitzarra comienza en su saque, con el que Barriola está arriesgando y obteniendo buenos resultados, ya que resulta difícil de restar. Por su parte, el zaguero leitzarra asume que la receta para alzarse con la victoria, además de mantener su juego -y quizá desplegar la misma paciencia que exhibió ante Gonzalez-, es evitar el peligroso juego de aire tan propio de Irujo.