Contar con el apoyo de la grada no siempre se convierte en sinónimo de victoria. Ocurre en todos los deportes y la pelota no se convierte en una excepción. La mejor prueba, las últimas visitas de Titín al Adarraga de Logroño. Al delantero riojano no se le da excesivamente bien el frontón de su tierra. La última prueba, la derrota que encajó el pasado domingo ante Irujo (22-17) en la primera jornada de la liguilla de semifinales del Cuatro y Medio. Sin embargo, existe otra estadística a la que sí se puede agarrar el caracolera. Concretamente, aquella que dice que ha derrotado a Sébastien Gonzalez, su próximo rival, en las dos ocasiones en las que ambos se han visto las caras dentro de la jaula. Una pura contradicción.

Riojano y lapurtarra se reunieron ayer en el Adarraga, el escenario donde el domingo se jugarán gran parte de su futuro en el Cuatro y Medio. Tras caer en la jornada inicial de las semifinales contra Irujo y Barriola, respectivamente, están obligados a ganar para mantenerse con vida en el torneo, ya que una derrota podría dejarles matemáticamente sin opciones de alcanzar la final del acotado. La estadística favorece a Titín, el único que el año pasado pudo con Gonzalez dentro de la jaula (22-17), y que también apeó al askaindarra de la competición en los cuartos de final de la edición de 2005 (entonces ganó el delantero de Tricio por 22-18).

La cuestión es que a Adarraga se le está atrangantando últimamente a Titín, mientras que sus rivales se crecen para derrotarle a domicilio. Hasta el caracolero lo reconoce, pero el domingo recibe la visita de un rival al que le tiene tomada la medida. Una paradoja que el domingo llegará a su fin.