Vitoria. El Estudiantes logró ayer su primera victoria (73-71) de la temporada en un agónico triunfo ante un buen Gran Canaria que falló al final ahogado en la defensa de los locales. El equipo insular dominó todo el partido, hasta que a falta de dos minutos (2:52), el cuadro de Luis Casimiro, liderado por Jasen y Granger, y con la grada de Vistalegre llevando a su equipo, se puso por delante en el marcador en un ejercicio de, una vez más, fe y casta más que de juego.

La defensa mixta del Estudiantes y los fallos propios y las perdidas de balón condenaron a los amarillos. Con 70-66 en el marcador, Wallace logró sus últimos puntos antes de ser eliminado y dejar a su equipo a uno. Carroll puso por delante a los visitantes (70-71) ya dentro del último minutos. Sin embargo, el incombustible Jasen dio los dos puntos de la victoria a los locales y Beirán falló sobre la bocina un lanzamiento ya casi imposible.

En el choque que sirvió para cerrar la sexta jornada liguera, el Unicaja de Málaga no tuvo ningún problema para deshacerse (61-83) del Manresa, el colista de la competición, y frenó la mala racha de resultados de los últimos tiempos. El cuadro catalán es el único que, hasta la fecha, no ha saboreado las mieles del triunfo y su técnico Jaume Ponsarnau vive una difícil situación en el banquillo que puede implicar su destitución.