Antes de que dejara sentado al mismísimo Maicon ya se había erigido en la sensación de Europa y encabezaba buena parte de las agendas de los grandes clubes. Gareth Bale (Cardiff, 16-VII-1989) se comporta como un ciclón desde el lateral izquierdo y ha dejado prendado, entre otros, a Pep Guardiola, que ve en el joven el recambio ideal para Maxwell y Abidal. El menor de dos hermanos, hoy día la estrella del Tottenham, comenzó sus estudios en el Eglwys Newydd Primary School de Whitchurch, pero con nueve años su destreza con la pierna izquierda llamó la atención del Southampton mientras jugaba en un torneo de 5 contra 5 con el Cardiff, ciudad en cuyo instituto, el Whitchurch High, practicó también hockey, rugby y cross. Su tremenda superioridad en el deporte provocó que su profesor de educación física, Gwyn Morris, además de otorgarle un sobresaliente, le hiciera unas reglas específicas para seguir mejorando: jugar al fútbol a un sólo toque y sin usar su zurda. Antes de marcharse definitivamente para Southampton en 2005 con sólo 15 años, ayudó al equipo sub"18 de su centro a conquistar la Cardiff & Vale Senior Cup. "Gareth tiene una fuerte determinación para triunfar y el carácter y las cualidades para llegar a las metas que se proponga. Además, es una de las personas menos individualistas que he tenido el placer de educar", destacó Morris.

Actualmente pocos recuerdan a alguien que se eche la pelota tan larga como Bale, con contrato con los Hotspurs hasta junio de 2014. Combina la estatura de un ochocentista con la aceleración de un jugador de rugby, y cuando alcanza la línea de fondo la sirve con rosca brasileña. Retrató al interista en una aceleración de 10 metros que no terminó en gol de milagro y poco después se jactó de Lucio como dos semanas antes lo hizo con Zanetti y Samuel. Y todo partiendo desde su campo, con más de 60 metros por delante. Tres goles y dos asistencias como balance global ante el campeón continental. Algo que ya se intuía en su adolescencia. A la edad de 16 años y 275 días, Bale se erigió en el segundo jugador más joven en debutar con los históricos Saints, sólo por detrás de Walcott, cuando debutó el 17 de abril de 2006 en el triunfo ante el Milwall (2-0). El 6 de agosto de 2006 marcó su primer gol liguero, de falta, contra el Derby County.

maduró tras sus lesiones Todavía no había cumplido 18 cuando viajó a Londres por 14 millones de euros. Ni las lesiones pudieron con él: a finales de 2007, dos operaciones en los ligamentos del tobillo derecho; y en el verano de 2009, otra intervención, esta vez en la rodilla. Reveses que endurecieron su carácter. Harry Redknapp, su actual míster, participó a su manera: "He dicho a los médicos que cuando sufra algún problema, le dejen en el suelo y no vayan a ayudarle". Aunque algunos se mofan de él comparándolo con Donkey Kong, héroe de videojuego, y otros lo hacen por su engominado peinado, se ha librado del gafe que le perseguía durante la nefasta racha del Tottenham, incapaz de ganar ni uno solo de los 24 primeros partidos del zurdo en la Premier. Alejado del foco por su talante introvertido y poco amigo del oropel, supo ejercer de suplente de Assou-Ekotto hasta que explotó en abril con goles ante el Chelsea y el Arsenal. Su compañero, el portero italiano Cudicini, lo define perfectamente: "Bale corre, corre y corre. Nunca se detiene. Tiene una velocidad increíble, sobrenatural, pero también muy buena técnica y un disparo enorme. Con él toda la banda derecha del rival tiembla". "Si fuera inglés, habría jugado el último Mundial", afirmó Redknapp acerca del heredero de Ryan Giggs. Su míster también ha dejado una reciente perla por si el Real Madrid está dispuesto a pagar los 35 millones de euros correspondientes: "Mourinho puede disfrutar viendo a Gareth lo que quiera. Se mira, pero no se vende". En Can Barça quizás no opinen lo mismo.