cuando oigo que partidos como el que disputó el Caja Laboral contra el Khimki son aburridos me rebelo. Puedo aceptar que al público no le parezcan vistosos, ya que no se presencian canastas espectaculares en contraataque y no tienen un ritmo alto de juego. Pero desde el punto de vista táctico y técnico se pudieron apreciar infinidad de detalles. Es conocido que Sergio Scariolo siempre plantea los partidos en función de las características y puntos fuertes de los contrarios. No así Dusko Ivanovic, que es un estudioso del juego de su propio equipo y que intenta llegar a la perfección sin importarle en demasía lo que hacen los contrarios. El entrenador italiano en este caso tuvo claro que el mejor antídoto contra los baskonistas era plantear un partido a pocas posesiones y realizando un baloncesto control. Sabía que en un intercambio de canastas no tenía nada que hacer, y que era fundamental que el Baskonia en ataque no jugara rápido. Scariolo también sabía que tenía que conseguir incomodar a Teletovic y que no tuviera muchas opciones de tiro claras. Para ello, en los pick and roll con el jugador bosnio hacían cambio y en los bloqueos verticales o laterales, si salía recto, su defensor le perseguía pegado, y si hacía curl en el bloqueo, el defensor del bloqueador hacía una ayuda larga. En el primer cuarto su planteamiento no tuvo mucho éxito, pero a medida que transcurría el encuentro sus jugadores se fueron imponiendo y llevando el ritmo de partido. Para hacer frente a este tipo de encuentros trabados es imprescindible que no se cometan fallos en forma de pérdidas de balón en primera línea, y el Caja Laboral tuvo 16 , demasiadas para ganar. Esto implica que errores en primera línea provocan contraataques con muy mal balance defensivo. También hay que conseguir buena ejecución de los sistemas y saber cuál es el objetivo de cada uno de ellos. Para ello se requiere tranquilidad y paciencia, cosa que eché en falta en distintas fases del encuentro. Tampoco es bueno que, ante tanto atasco ofensivo, las acciones ofensivas superen a las colectivas, cosa que le sucedió desgraciadamente en el último cuarto con tiros sobre las ayudas. También hay que realizar una gran defensa estática y, casualmente, el Baskonia, en el último cuarto -que es el decisivo- fue cuando más lejos estuvo en el marcador. Concretamente a 9 puntos. En este tipo de partidos normalmente los porcentajes de tiro disminuyen ya que las defensas están muy encima y no se permiten canastas fáciles. Esto supone que el rebote ofensivo y defensivo da o quita nuevas posesiones. En este apartado, el Baskonia hizo los deberes. En definitiva, primera derrota de los baskonistas en Europa, sin Logan por cansancio y con Bjelica falto de confianza y de ubicación en los sistemas.
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