La fiebre por el Maratón de Nueva York aumenta. Va a más. A mucho más. Buena prueba de ello, es que este próximo domingo 7 de noviembre cerca de medio centenar de alaveses estarán entre los 45.000 inscritos que se apretujarán desde primera hora de la mañana en el puente Verrazano-Narrows a la espera de que el alcalde neoyorquino, Michael Bloomberg, realice su particular discurso instantes antes de que suene por megafonía el New York, New York de Frank Sinatra con el que arrancará la carrera de las carreras a las 9.40 hora local.
Fin a la espera. Después de un largo periodo de entrenamiento tendrán ante sí el reto de completar los 42,195 kilómetros de la prueba más dura del atletismo y en un escenario mítico además. La carrera cruza los cinco barrios históricos de la ciudad -Staten Island, Brooklin, Queens, Bronx y Manhattan- para finalizar en el inigualable marco de Central Park. "Es como estar dentro de una película. Todo es increíble. La gente que mueve el maratón, la de aficionados que están por todas las avenidas, las bandas de música que te encuentras en cada esquina. Nunca te sientes solo. Todo, todo, todo es especial y cuando llegas y te dan la medalla por haber finalizado, la gente con la que te cruzas te ve como un héroe. Es de película", comentaba el pasado año Víctor Perdiz, uno de los promotores de la página web 42.195.es, tras correr su primer Maratón de Nueva York.
Encontrar esas sensaciones y vivir esa experiencia es la que arrastra cada año a más gente a correr el maratón de los maratones. La fiebre por Nueva York. No en vano, los números así lo reflejan. En el año 2000 sólo tres fueron los alaveses que se embarcaron en esta aventura. Este año serán casi cincuenta los que lo vayan a correr y algo más de un centenar los que acudirán como acompañantes.
todo por y para la carrera Álava invadirá este domingo la Gran Manzana. "Es distinto a todo. Te quedas impresionado de cómo lo organizan todo los americanos. Hasta el más mínimo detalle. Te cruzan un camión de bomberos en una avenida de ocho carriles, para que la carrera pueda transcurrir con normalidad. Ese día, toda una ciudad como Nueva York vive por y para la carrera. Es increíble", relataba Mikel García, presidente del Club de Atletismo La Blanca a su regreso de la ciudad neoyorquina el pasado año tras su primera experiencia en la que todos califican como el maratón de los maratones.
Este año la van a disfrutar 43 alaveses. El mayor número lo moviliza el club 42.195.es. La web de las camisetas fosforitas con el famoso skyline de Nueva York a la espalda ha visto cómo las peticiones para unirse a su grupo para participar en la carrera se han disparado del año pasado, cuando entraron en escena, a éste. Entonces, fueron 44 las personas que viajaron hasta Estados Unidos, de las cuales catorce tomaron parte en la prueba. Pues bien, en este 2010 parten hoy mismo vía Madrid en un vuelo 111 personas, de las cuales cuarenta tomarán parte en la carrera, la mitad de ellas alaveses. "Ha sido increíble. Días después de abrir las inscripciones en la página web ya estaban casi todas cubiertas. Podíamos haber llenado un avión y ya para la edición del año que viene tenemos más de sesenta peticiones".
El movimiento que se ha creado en torno a la web 42.195.es crece. A pasos agigantados. Su expansión es total. Empezó con atletismo y ya ha calado en ciclismo y triatlón. Al principio eran solo un grupo de amigos de Vitoria, después se expandió por toda la provincia y ya les siguen por todos los rincones del mundo. "El año que viene uno de Murcia nos dijo que viene con veinte amigos. Este año viene en nuestro grupo hasta uno de Cádiz", relata Perdiz, quien tratará este año de bajar de las tres horas. Otros de su grupo tardarán cuatro y para la mayoría de ellos el reto es acabar. Disfrutar del maratón de Nueva York. Sin un objetivo en mente.
blanco, A POR los 100 primeros Quienes sí lo tienen son los cuatro atletas que acudirán a la cita representando al Club La Blanca: los alaveses Toñín Blanco, Alberto Ibáñez y Joseba Mentxaka y el vizcaíno Patxi Carrero, que ya ayer por la noche llegaron a Nueva York.
El cuarteto, que estará acompañado por otras seis personas, tiene en el gasteiztarra Toñín Blanco su punta de lanza. De hecho, en el club gasteiztarra confían en que el fondista provincial pueda acabar entre los cien primeros. Este mismo año, Blanco ya fue segundo en la octava edición del Maratón Martín Fiz con un tiempo de 2.30:6.
Sus otros tres compañeros no se exprimirán tanto. Alberto Ibáñez, triple ganador del medio maratón de Vitoria se ha marcado como objetivo bajar de las tres horas. Y es que, pese a que durante la carrera sufrirán lo suyo, otro de los objetivos de este grupo de atletas es el de "disfrutar de una ciudad como Nueva York". Turismo y deporte unidos. En un marco incomparable además.
El maratón a veces sirve de excusa para visitar la Gran Manzana. Es el caso de muchos de ellos. Conscientes de que quizá en la carrera les toque pasar un mal rato, al menos buscarán evadirse por la ciudad más comercial del mundo. La Quinta Avenida les espera.
FIZ, CON FAMILIA Y AMIGOS A ellos y a los diecinueve deportistas que van junto a Martín Fiz. El ex campeón del mundo participará en la mítica prueba por sexta vez en su carrera. Este año, a diferencia de sus primeras participaciones, ya no está entre los candidatos al triunfo final. Sin embargo, el carácter competitivo del correcaminos alavés le obligará de nuevo a esforzarse al máximo. Y es que a sus 45 años, Fiz se ha marcado como objetivo hacer un tiempo de 2.35 con el que aspirar a colarse en el podio de su grupo de edad.
Además, en esta ocasión el maratoniano no estará sólo. Sin lugar a dudas el de este año será uno de los maratones más especiales de su vida, ya que estará acompañado por su familia. Su esposa Ana Churruca lleva preparándose más de un año para poder completar la prueba reina del atletismo. Todos ellos forman parte de un grupo de doscientos deportistas aficionados de lo más peculiar, de los cuales sesenta son alaveses y, de estos, veinte se calzarán este domingo las zapatillas. En el grupo abanderado por Fiz está la presentadora de televisión Ane Igartiburu y el ex ciclista Joseba Beloki. Cada uno con un objetivo marcado.
Todos con la mente puesta en llegar a Central Park. En no sufrir en exceso en el tan temido muro de los 35 kilómetros. En tratar de divertirse dentro de la agonía que supone completar la friolera de 42,195 kilómetros. Por dentro, durante el tiempo que a cada uno de estos 43 alaveses les dure la carrera irán repitiéndose el pensamiento budista que inunda la obra De que hablo cuando hablo de correr, del Nobel japonés Haruki Murakami: "El dolor es inevitable; el sufrimiento es opcional".