Hace unos días se celebraron en Colombia los Mundiales de Patinaje donde los locales obtuvieron tres medallas más de oro con lo que llegaron a 27 y ratificaron su título general por anticipado. Sin embargo, dentro de tantos éxitos del país que organizaba la competición, hubo un suceso digno de las mayores picias deportivas.
Uno de los representantes colombianos quiso celebrar por anticipado su victoria y menospreciando antes de tiempo a sus rivales, dedicaba la medalla de oro al público asistente. Pero como bien sabemos todos, es mejor celebrar el triunfo cuando éste ha sido consumado, es decir, cuando atraviesas la línea de meta en primer lugar.
Pues bien, entre tanta euforia anticipada y exceso de confianza, el patinador no apreció que uno de sus contrincantes supero en el último suspiro al 'aparente' campeón.
Una anécdota dentro del dominio de Colombia en este Mundial.