Vitoria. El broche a un año perfecto en el que el corredor del Orbea ha conocido que el próximo curso dará el salto al Euskaltel-Euskadi llega mañana con la disputa del Mundial en ruta para corredores sub"23. Landa disfruta de la experiencia a sus 21 años y, aunque para él haber llegado a ser convocado por la selección española ya "es un premio", ahora espera redondearlo logrando "el gordo", pese a que es consciente de que no será fácil.
¿Qué sensaciones tiene a unas horas de su estreno en un Mundial?
Buenas, pero estoy incluso un poco nervioso. Tengo tantas ganas de correr, que algo inquieto sí que estoy.
¿Más nervioso de lo habitual?
Lo normal. No tenemos mucha presión y cualquier cosa que hagamos estará bien hecha, así que por esa parte, también tranquilo.
Suena raro que un corredor tan ambicioso diga que está tranquilo. ¿Da la sensación de que está un poco conformista?
No, no. Siempre voy a por el máximo, a ganar. Luego lo que salga es otra cosa. Está claro que no he venido de vacaciones, pero sé que no tengo la presión de tener que quedar bien con nadie.
Aunque asegure estar sin presión y para usted tal y cómo comentó cuando fue seleccionado, el estar aquí ya es un premio, ¿no aspira a más?
Sí, claro. Repito que el haber venido es un premio que ya tengo y ahora voy a por el gordo. Además con la paliza de viaje que hemos tenido que hacer hay que darlo todo y aprovechar esta oportunidad que será difícil volver a tenerla.
Es consciente de que pese a su ambición por hacer algo grande, un Mundial y más éste con el recorrido que hay, no le va mucho y poder brillar será complicado.
Sí. Es un recorrido para otra gente, pero bueno, el repecho es bastante duro y será una carrera bastante descontrolada, así que estando bien y teniendo un poco de suerte, pues quién sabe si puedes tener el día y hacer un buen puesto.
¿Mikel Landa está bien?
Sí, aunque un poco cansado porque me ha acostado adaptarme a los horarios más de lo que pensaba. Antes de venir aquí estaba bien y ya estos últimos días me he vuelto a encontrar bastante bien, así que creo que estoy en uno de los mejores momentos de la temporada.
Por lo que dice, su principal problema lo está sufriendo con el "jet lag".
Pues sí. Me estoy despertando todos los días a las tres, luego vuelvo a dormir un poco, pero aquí a las cinco amanece y ya no vuelvo a pegar ojo y aunque esté tumbado y descansando, no es lo mismo, ya que lo que es dormir de siete horas no pasa. Al menos, luego echo un poco de siesta y recupero, pero me está costando.
En lo que se refiere a la propia carrera en sí, ¿es un hándicap que España cuente tan sólo con cuatro corredores?
Sí y no. Tenemos a Lobato y lo ideal es que él llegase en un grupo para poder disputar el sprint y por otra parte hay otros tres corredores, que tendríamos que buscar ese punto de locura que provocará que la carrera llegase en grupos pequeños y poder estar ahí.
¿Viendo las limitaciones numéricas que tiene la selección española será clave acertar con los ataques a los que hay que salir?
Sí. Hay que tener cabeza. Supongo que saldrá una carrera rápida y loca que irá haciendo la selección natural y ya en las últimas dos o tres vueltas, los que quieran ganar se empezarán a mover, así que habrá que guardar las fuerzas para estar ahí, pero sin olvidarnos de que también antes se puede hacer el grupo definitivo.
¿Tiene en mente quiénes son los rivales a vigilar?
Phinney será uno de ellos. Todos pensábamos que se le iban a hacer un poco duros los repechos, pero ha conseguido ganar la crono e igual en la carrera también sorprende. Hay algún otro americano como King y también los australianos que corren en casa serán los hombres a vigilar.
¿Abruma el nivel que hay?
Pues sí. A muchos conozco, a otros como es la selección italiana no tanto, ya que no estuvieron en el Porvenir, pero están los más sonados, los americanos, los australianos que corren en casa. Hay mucho, mucho nivel.
¿Cuál sería su carrera soñada?
Tendría que ser una carrera rápida, de mucho desgaste, con poca recuperación y en las últimas dos vueltas quedarnos cinco personas y de ahí por eliminación ir a por la victoria, pero está claro que con mis condiciones lo mejor sería llegar solo.
¿Ha llegado a soñar con una medalla o eso son palabras mayores?
Soñar siempre hay que soñar por lo máximo posible. Está difícil, pero quién sabe. Si se da el día y salen las cosas bien puede que estemos ahí delante.
¿Se ha encontrado algo que le ha sorprendido, que no esperaba?
Principalmente lo que más me ha llamado la atención es poder conocer de cerca a los profesionales. Les ves por la tele, han sido tus ídolos y este año he coincidido con ellos y ahora conocerles más de cerca y ver cómo es cada uno es algo que me ha llamado la atención y que me ha hecho ilusión, especialmente poder entrenar con ellos. Es algo bonito.