vitoria. Eneko Llanos parte esta mañana hacia Hawai. Hacia su sueño. Ése por el que tan duramente ha estado trabajando toda la temporada. Jornadas maratonianas de esfuerzo, sesiones interminables de entrenamiento día tras día. Todo por llegar en plenitud de facultades al Ironman que se disputa el próximo domingo 9 de octubre en Kona y optar así la victoria.
Lo ha conseguido. Eneko acude a su gran cita del año como esperaba. "Pienso que llego muy bien. Me estoy encontrando a un buen nivel en los últimos entrenamientos. Me he recuperado bien de la temporada que llevo, en la que he competido bastante y llego al final muy bien de fuerzas", asegura.
De momento, el menor de los Llanos está completando un curso para enmarcar. No en vano, Eneko ha participado en ocho pruebas del máximo nivel y en ninguna se ha bajado del podio. Cinco victorias, un segundo puesto y dos terceros es su excelente balance hasta ahora.
La exitosa temporada del gasteiztarra comenzó en enero, con el Campeonato de España de Triatlón Blanco de Ansó, en el que se clasificó segundo. En marzo llegó la primera victoria, en la primera edición del Triatlón de Abu Dhabi, a la que seguirían triunfos absolutos en el Ironman de Lanzarote en el mismo mes de mayo, el TriGranPrix de Zarautz en junio, la victoria en el Campeonato de Europa de Larga Distancia, celebrado el mismo mes en Vitoria y por último, el triunfo logrado el pasado 17 de septiembre en el medio Ironman de Mallorca. A todo ello hay que añadir los dos terceros puestos logrados en el Avia Wildflower Triathlon -disputado el 1 de mayo en California- y la Challenge Roth que se corrió en Alemania en julio. Casi nada.
Pues bien, Eneko quiere más. El triatleta vitoriano busca poner la guinda al pastel con el triunfo en el Ironman de Hawai, la cita más prestigiosa de este deporte en la que toman parte casi dos mil personas y están los mejores especialistas del mundo. Ése es el sueño de Eneko. "Lo tiene en las piernas", comentó a principios de verano su entrenador Iñigo Mujika. El preparador lo corroboró ayer. "Llega muy bien".
Esas sensaciones también tiene el propio triatleta. "Llego bien", insiste. Le hará falta. Y es que en once días deberá afrontar en la paradisíaca isla de Kona una competición para súper hombres, ya que el Ironman de Hawai es sin lugar a dudas la más dura de las pruebas del triatlón, con 3,8 kilómetros a nado, 180 en bicicleta y 42 kilómetros a pie.
A SACARSE LA ESPINA Al menos, Eneko lo conoce de sobra. De hecho, esta será su quinta participación. Quinto en su debut en 2006, séptimo un año después, segundo en lo que fue su mejor clasificación en 2008 y decimocuarto el pasado año cuando unas molestias estomacales le apartaron del grupo de favoritos. Los problemas sufridos hace un año dejaron un mal sabor de boca en el exigente y competitivo triatleta alavés.
Por eso este año, el vitoriano acude a Hawai con ganas de sacarse la espina y poder luchar por esa ansiada victoria en la cuna del triatlón. "Estoy motivado y con ganas de estar peleando por los primeros puestos". De momento, tras su exitoso ejercicio, el gasteiztarra vuelve a estar entre los máximos favoritos.
Eso sí, el deportista de Spiuk es consciente de que el reto no será sencillo. "Los tres últimos años ha habido mucho nivel, pero cada vez va a más y este es el que más hay, por lo que la lista de favoritos es muy amplia, más extensa que nunca y se pueden dar muchos nombres", advirtió ayer.
De todos modos, Eneko sitúa por encima de todos ellos al australiano Craig Alexander, vencedor de las dos últimas ediciones. "Sin duda, parte con un poco de más de favoritismo, porque por algo es el vigente campeón", comentó. Eso sí, el vitoriano también sabe que hay otra veintena de rivales capaces de optar a la victoria y ayer tan sólo destacó a un pequeño ramillete de todos ellos, a los que no descarta. "Hay gente que ha hecho carreras espectaculares este año: el danés Rasmussen, el alemán Andreas Raelert, el belga Marino Vanhoenacker, un par de americanos como Potts, el australiano McCormack, el neozelandés Bozzone...", concluyó. A todos ellos les tendrá que batir. Lo necesita para poner la guinda.