BILBAO. El australiano Cadel Evans, en línea, y el suizo Fabian Cancellara, en contrarreloj, defenderán sus coronas en los Campeonatos del mundo de ciclismo de Geelong (Australia), que levantarán mañana el telón con las pruebas contra el cronómetro sub'23 y elite mujeres, en las que no hay favoritos claros.

Las pruebas de fondo, que tendrán lugar a partir del viernes, tampoco ofrecen un candidato claro en categoría sub'23 y en féminas, pues suelen ser carreras alocadas en la que ninguna selección quiere asumir el riesgo de controlar, algo que no ocurre en profesionales, donde todos se conocen bien debido a las muchas ocasiones que han coincidido en las pruebas más importantes del calendario internacional.

El trazado de las cronos, según algunos de los participantes tras haberlos inspeccionados, caso del sub'23 español Jesús Herrada, es un circuito llevadero, no muy técnico, aunque con zonas complicadas para mantener el ritmo al no ser nada fácil acoplarse a la bicicleta al estar muy seguidos los repechos.

Entre la igualdad de los participantes y desconcierto que suele predominar en esas categoría los vaticinios son más que complicados, aunque por logros en otras carreras previas a los Mundiales cuentan más hombres como los estadounidenses Phinney y Ben King, el australiano Michael Matheuws, el portugués Nelsón Oliveira o el polaco Michael Kwiatkowski.

En féminas el círculo de candidatas a lo más alto del podio está más cerrado pues el dominio en los últimos años ha sido para las ciclistas norteamericanas Amber Neben y Kristin Amstrong, que defiende el título y busca su tercera corona.

En profesionales para la crono, a disputar el jueves, el número uno es el suizo Fabian Cancellara, que defiende el título logrado el pasado año, el tercero en su cuenta particular, y aunque en la reciente Vuelta a España no cumplió los pronósticos que le daban como favorito marcando el tercer mejor tiempo en Peñafiel, en los Mundiales ha dejado claro que se transforma y más en un circuito que es más de fuerza que de técnica, de jugar con el cambio.

El alemán Tony Martin ya expresó hace un mes que esta prueba era su gran objetivo para el final de la temporada y saldrá dispuesto a encumbrarse y devolver este título a su país, que logró Bert Grabsch en 2008 y Jan Ullrich en 1999 y 2001.

Si vence, el helvético se convertiría en el más laureado de la modalidad al dejar atrás al australiano Michael Rogers, ganador entre 2003 y 2005.

Si Cancellara es el candidato número uno para la crono en el fondo ocurre algo igual con el australiano Cadel Evans, vencedor en el último Mundial y en este jugará con una baza extra al ser ante sus paisanos.

El ciclista de las antípodas, a pesar de que cuenta con el apoyo de sus compatriotas, no lo va a tener nada fácil en un circuito que no es excesivamente duro de partida y por ello no hay que olvidarse de otros ilustres de las llegadas masivas, especialmente del español Oscar Freire, ganador en tres ocasiones del Mundial y que es la gran baza de la 'roja'.

Por lo tanto, tampoco se pueden descuidar las opciones del británico Mark Cavendish o estadounidense Tayler Farrar, acaparadores en los esprints de la Vuelta a España, que suele ser la referencia mundialista.

En ese apartado de elegidos para la gloria, el arco iris, surge como en otras ocasiones la selección italiana, con el vencedor de la Vuelta a España Vicenzo Nibali al frente, pero con un gran bloque en el que Giovanni Visconti y Filippo Pozzato serán los encargados de rematar la faena italiana.

Junto a italianos y españoles, que son los que más vigilados suelen estar y más emoción dan a la carrera con sus clásicos marcajes, los "invitados" serán prácticamente los mismos de otras ocasiones, es decir, belgas, holandeses y franceses, que en muchas ocasiones han salido favorecidos. Ahí aparece con fuerza el nombre del belga Phillipe Gilbert.

Como en otras ocasiones el Mundial es una lotería, una de las grandes clásicas, donde dosificar las fuerzas será fundamental debido a los muchos kilómetros, en esta ocasión 259,9, con salida el Melbourne y tras 85 kilómetros entrar en el circuito de Geelong, donde darán once vueltas con un par de altos prácticamente seguidos, pero lejos de la meta, que se encuentra en un suave subida.

Así, comienzan unos Mundiales que se presentan emocionantes y en los cuales el español Oscar Freire esta en el punto de mira de todos los participantes, ya que si gana se convertiría en el primer corredor en la historia de los campeonatos en ganarlo en cuatro ocasiones.