REAL MADRID Iker Casillas; Arbeloa, Carvalho, Pepe, Marcelo; Khedira, Xabi Alonso (Lass, m.83): Cristiano Ronaldo, Özil (Canales, m.88), Di María (Pedro León, m.80); e Higuaín.

AJAX DE AMSTERDAM Stekelenburg; Van der Wiel, Alderweireld, Ooijer, Anita; De Jong, Enoh; De Zeeuw (Tainio, m.68), Emanuelson, Sulejmani (Eriksen, 84); y El Hamdaoui.

Goles 1-0, m.31: Higuaín. 2-0, m.72: Higuaín.

Árbitro Damir Skomina (SLO). Amonestó a Xabi Alonso (28) por los locales, y a De Zeeuw (m.9) por los visitantes.

Estadio Santiago Bernabéu. 67.000 espectadores.

Madrid. El Real Madrid inició una nueva andadura en Champions, en el gran reto de José Mourinho, con un plácido triunfo ante el Ajax holandés (2-0), con doblete de Gonzalo Higuaín.

Cada partido el Real Madrid va aprendiendo lecciones, asimilando conceptos de Mourinho, mejorando su cara poco a poco. Ante Osasuna, comprobó que a la afición del Bernabéu no le gusta que se especule con el resultado. A falta de buen fútbol, pide perseverancia en el intento. Y tomaron nota. De inicio salieron por el Ajax y no pararon en los noventa minutos. Transfrmaron los silbidos en aplausos.

En el estreno de la Liga de Campeones, la competición más especial para el madridismo, el inicio de un nuevo camino hacia la soñada "Décima", dos clásicos del "viejo continente" se veían las caras. 13 Copas de Europa sobre un césped en pésimo estado.

Cinco años después regresaba a la elite un Ajax poco acostumbrado a no tener el balón. En una Liga menor, como la holandesa, siempre manda en los partidos. No interpretó bien verse en otro papel. Menos aún la ausencia de su jefe defensivo, el central belga Vertonghen y la de su líder, el goleador uruguayo Luis Suárez.

Mourinho apostó por extremos para desarbolar al Ajax. Sentó a Benzema y dio la titularidad a Di María, en la derecha. Mantuvo a Cristiano en la izquierda. A bandas cambiadas. Un error que no corrige. Sin las subidas de Sergio Ramos, ausente por molestias en el sóleo, Marcelo se multiplicó. Ayudó a que el vendaval de ocasiones no cesase. Por actitud la afición blanca no puede reprochar nada.

Le costó mucho abrir la lata. Los intentos de Khedira y Cristiano acababan en las manos de Stekelenburg, el meta que vio pasar en el Soccer City de Johannesburgo el disparo hacia la gloria de Andrés Iniesta para el Mundial de España. De la misma forma, vio acercarse un obús de Higuaín desde la frontal, que la madera del travesaño impidió que fuese gol (m.17).

Según comenzaba a aumentar la crispación de Cristiano, desesperado por marcar, y las ocasiones falladas conducían a pensar que falta paciencia en la definición, llegó el tanto de la manera menos esperada. Un saque de esquina botado por Xabi Alonso acabó en la red entre el defensa holandés Anita e Higuaín, que anotó el gol de su carrera que menos se dio cuenta de marcar.

Fue a la media hora de partido, con Iker Casillas como espectador de lujo por tercer partido consecutivo. El Real Madrid tenía tiempo para gustarse, pero la faena no era completa por el poco acierto rematador. Özil lanza paredes brillantes, Di María recortes plásticos, pero con Cristiano con el punto de mira desviado e Higuaín perdonando una ocasión a puerta vacía, tras un rechace (m.52), la sentencia debía esperar.

Los goleadores viven del gol. Jugadores como Cristiano lo necesitan para sonreír. Sus ganas de agradar se convierten en una altísima exigencia que le termina conduciendo al egoísmo. Abandonó la banda para acabar como delantero y lanzar en cuatro ocasiones a las manos de Stekelenburg y otras tres a la grada.

Sin embargo no estuvo en el sitio correcto en la jugada de la sentencia. Un pase picado de Di María a Özil. Su "latigazo" lo sacó como pudo el meta holandés que nada pudo hacer en su rechace, ante la asistencia del germano a Higuaín (m.72). Los goles que antes marcaba Raúl, de pillo, ahora le caen al "Pipita".

Mourinho apunta todo, agota las hojas de su libreta. Satisfecho por el dominio de su equipo y preocupado por a falta de precisión en la definiión, expresada por Cristiano que acabó el partido viendo cómo el balón se le colaba entre las piernas cuando iba a marcar a puerta vacía para saciar su hambre de éxito. El Real Madrid comienza a carburar.