SERBIA Teodosic (13), Tepic (5), Bjelica (2), Velickovic (8), Krstic (15) -cinco inicial- Rasic (2), Paunic, Savanovic (15), Markovic (2), Macvan, Perovic (2) y Keselj (18).
TURQUÍA Tunçeri (12), Onan (14), Türkoglu (16), Ilyasova (6), Asik (5) -cinco inicial-, Güler (3), Erdem (9), Gönlüm (6), Arslan (12), Akyol, Ermis y Savas.
Parciales 20-17, 22-18, 21-25, 19-23.
Árbitros Carrión (PUR), Estévez (ARG) y Sánchez (RDO). Eliminados: Nenad Krstic y Ersan Ilyasova.
Pabellón Sinam Erdem Dome, ante 15.500 espectadores.
estambul. Turquía, como se esperaba pero de manera bien diferente a como se esperaba, se jugará con Estados Unidos el título de campeón mundial. Por primera vez en su historia, el combinado otomano ha accedido a una final de esta competición. Y no resultó sencillo en absoluto. Una bandeja de Tunceri con el tiempo prácticamente cumplido resolvió el ajustado final en el que se vio inmerso el partido después de que Serbia, desplegando un juego precioso, de manual, hubiese estado todo el partido por delante en el marcador.
Los turcos juegan con la ventaja que supone el respaldo de una afición entregada. Ayer sacaron partido a este factor, ante un equipo serbio que, una vez más, dejó en evidencia que dispone de una generación destinada a marcar época. Aunque aún le falta un poco de cocción, ya que en duelos de tanto voltaje como el de ayer, la experiencia es un grado, y de ella echaron mano los jugadores del equipo anfitrión para acabar llevándose el triunfo y la oportunidad de pelear por el oro con el que, ahora más, parece el evidente destinatario del título, el combinado estadounidense.