madrid. El flujo de futbolistas españoles hacia Europa no cesa y José Manuel Jurado, un sobresaliente medio del Atlético, se ha convertido, con su marcha al Schalke 04 alemán, en el enésimo caso en el que un jugador nacional se ve obligado a marcharse al extranjero en busca de un cartel que no se le concede en la Liga.

Guti, Raúl, Pablo Ibáñez, Silva o César Navas, entre otros, metieron este verano pasaporte y diccionario en sus maletas, en busca de un futuro mejor. Luis García fichó el lunes por el Panathinaikos griego y ayer fue Jurado, de 24 años, quien intentará adaptarse a otro fútbol, a otras costumbres e idioma, como hace un par de años hicieran Dani Güiza, Míchel Salgado, Fernando Torres o Pepe Reina.

Con Jurado, la lista de emigrantes sigue creciendo. Su nuevo club, el Schalke, es el mismo equipo en donde Raúl González ha encontrado continidad a su carrera. Contratos suculentos y promesas cargadas de minutos de juego es el mismo cebo que hizo picar a Guti el anzuelo del Besiktas turco y a Silva el del Manchester City. Europa nunca ofreció como en la actualidad tantos alicientes a los futbolistas españoles.

En menos de una década, la tendencia ha cambiado. Los intermediarios rastrean el mercado europeo y las ofertas para los futbolistas españoles se multiplican, incluso por Internet (Jorge Prado buscó así club en Chipre). Pescar futbolistas en España sale ahora rentable. En Inglaterra o Grecia, cuyas Ligas están pobladas de jugadores nacionales, tienen muy clara esta situación y ahora parece que también en Alemania.

Lo que antes parecía una rara excepción, como fueron los fichajes a comienzos de la década de los 60 de Luis Suárez por el Inter de Milán o de Joaquín Peiró (Torino, Inter y Roma), empieza a ser ahora habitual. Rusia, Turquía, Rumanía, Armenia, Holanda, Escocia, Portugal, Grecia, Italia, Francia, Inglaterra o Alemania ya se acostumbran a ver en sus estadios a futbolistas de España. La prontitud con que los cazatalentos del Arsenal inglés ficharon a Cesc Fábregas en 2003, arrebatándoselo al Barcelona de su cantera, fue el inicio serio de un cambio de tendencia que continúa.