Donostia. Uno de los deseos más anhelados por la afición de la Real Sociedad, la desaparición de las pistas de atletismo que separan el césped de las gradas de Anoeta, podría convertirse en un futuro no demasiado lejano en una realidad palpable. El alcalde de San Sebastián, Odón Elorza, está dispuesto a luchar por dar gusto a la hinchada del equipo txuriurdin. El primer edil de la capital guipuzcoana presentó ayer una novedosa propuesta para quitar las pistas de atletismo del estadio de Anoeta y elevar su aforo hasta los 41.000 espectadores, mediante un concurso público que cederá al adjudicatario cuatro torres que se levantarán junto a la nueva instalación.

Elorza, que convocó una rueda de prensa para exponer su propuesta, aseguró que el proyecto ya cuenta con el visto bueno del presidente de la Real Sociedad, Jokin Aperribay. Según desveló el regidor donostiarra, además de la cesión en propiedad de estos cuatro edificios, que tendrán una superficie aproximada de 3.500 metros cuadrados cada uno, y que se construirán para sostener la nueva cubierta del estadio -sólo podrán ser destinados a usos terciarios-, el adjudicatario del concurso público al que se someterá esta propuesta también obtendrá en usufructo la explotación del campo por un plazo de 30 años.

No será esta, sin embargo, la única ventaja que obtendrá la empresa adjudicataria de esta farónica obra. El vencedor del concurso también podrá determinar el nombre del estadio remodelado y obtendrá una bonificación del 95% sobre el impuesto de constrcción (ICIO), aunque "gane quien gane" deberá garantizar el uso del nuevo campo mediante arrendamiento a la Real Sociedad, que también podría presenarse a esta licitación pública. Algunas voces críticas se apresuraron a censurar la propuesta de Elorza, ya que consideran que se trata de un plan teledirigido para beneficiar económicamente al club donostiarra.

Elorza, no obstante, reveló que el adjudicatario de las obras deberá acometer a su cargo, sin aportación económica municipal, la ejecución de la remodelación del estadio y la eliminación de las pistas, respetando la ordenación urbanística que establezca el Ayuntamiento de la capital guipuzcoana.

El regidor explicó que el ganador del concurso podrá vender las cuatro edificaciones que se crearán en la operación, si bien precisó que no se tratarán de grandes torres, sino que serán unos bloques que no superarán en mucho la altura de la nueva cubierta del estadio.

El alcalde recordó la oportunidad para esta remodelación que supondría la celebración del próximo Mundial de Fútbol 2018 en España y Portugal y la designación de San Sebastián como sede, aunque no vinculó la realización del proyecto a este evento.