MALLORCA Aouate, Cendrós, Rubén, Nunes, Ayoze, Nsue, De Guzmán, Martí, Castro (Pina, min. 71); Víctor (Pereira, min.60), Enrich (Cavenaghi, min. 46).
REAL MADRID Casillas; Arbeloa (Kedhira, 69), Ramos, Carvalho, Marcelo; Di María (Benzema, min. 57), Lass, Canales (Özil, min. 57), Xabi Alonso; Ronaldo, Higuaín.
Árbitro Fernández Borbalán (andaluz). Amonestó a Xabi Alonso, Cendrós, Cristiano Ronaldo.
Estadio Iberestar Estadio ante 22.867 espectadores.
mallorca. El nuevo y flamante proyecto de Mourinho en el Real Madrid sufrió el primer tropezón a las primeras de cambio en el escenario más insospechados de todos, y no pudo pasar del empate frente a un Mallorca maltrecho, expulsado de la Liga Europa por moroso y con una plantilla cogida con pinzas.
El juego madridista fue discreto y mucho tendrá que trabajar Mou para afinar una orquesta con demasiados solistas, uno de ellos Cristiano Ronaldo, empecinado en hacer la guerra por su cuenta, pero al fin y al cabo, siempre convertido en la gran amenaza para los equipos rivales. El técnico luso ya había recordado que sus inicios en el Chelsea e Inter no empezaron con buen pie. Pero no esperaba que se esfumaran dos puntos en un campo habitualmente propicio para los blancos (ganaron 1-4 el pasado año).
El Madrid de Mourinho jugó de manera aplicada al principio, manteniendo el respeto a ultranza por el sistema que defiende el técnico portugués, madurando el partido y al rival, sin que nadie -con la excepción de Cristiano Ronaldo- se saltara el guión establecido.
Dos internadas de Cristiano y un gran pase de Canales a Higuaín crearon zozobra en la zaga insular. El Mallorca respondió con un cabezazo de Nunes a la salida del córner, que atrapó Casillas sin mayores dificultades, y un cañonazo cruzado muy peligroso del uruguayo Chori Castro. Fue un primer tiempo de desgaste, de gran esfuerzo físico, sobre todo por parte del Mallorca, que logró neutralizar el juego madridista muchos minutos.
Laudrup ha aceptado dirigir una plantilla modesta, confeccionada con jugadores que han completado cesiones en clubes de Segunda y sólo con unos pocos que estuvieron la temporada pasada a las órdenes de Manzano. Su apuesta fue valiente, alineando a dos delanteros -Víctor y Enrich- y situando a su equipo siempre con la vista puesta en la portería de Casillas.
Buscaba espacios Xabi Alonso, lo intentaba sin éxito Di María, se mostraban Cristiano e Higuaín, pero el Madrid no carburaba, todo ello, con Mou descontento con lo que veía y saliendo de su banquillo.
El Mallorca asumió su rol de equipo pequeño pero sólo al principio. En la segunda parte, con el partido roto, llegó a disponer de algunas ocasiones para incluso llevarse el triunfo, aunque fue paradójicamente Aouate, su guardameta, quien acabaría siendo el héroe al detener las numerosas acometidas con las que los blancos se lanzaron a la desesperada a por el triunfo.