pau Gasol se coronó en Saitama como el mejor jugador del Mundobasket de Japón. El jugador de los Lakers recibió el galardón que coronaba la excepcional actuación de la selección española, que curiosamente se hizo con el título a pesar de que el pívot de Sant Boi se perdió la final ante Grecia a causa de una inoportuna lesión. El MVP que recibió Gasol suponía ante todo el reconocimiento a los méritos de un jugador que había logrado convertir un equipo de segunda fila en todo un campeón del mundo. Ahora, incluso sin el catalán y con la baja de última hora de Calderón, aspirará a ocupar el cajón superior del podio. Pero para que eso suceda, alguno de sus compañeros en la selección que ahora dirige Sergio Scariolo debe recoger el testigo y postularse como el sucesor del mejor jugador español de la historia.
Dos o tres jugadores del combinado nacional optarán a suceder a Gasol como mejores jugadores del torneo. Pero no están solos. El Mundobasket de Turquía, aun con ausencias notables, reunirá a un importante elenco de talentos que buscarán ese galardón, que suele reconocer con frecuencia a la estrella del mejor equipo de la competición.
Muchos son los candidatos al prestigioso premio, concentrados en un número reducido de selecciones, las que optan al lugar más alto del podio. El ramillete de jugadores españoles, fuera Pau y Calderón, incluye a Juan Carlos Navarro y Marc Gasol, toda vez que Rudy Fernández parece alcanzar el torneo en una forma peor de la que presentó en anteriores citas.
Estados Unidos, la gran favorita a la presea dorada, cuenta en sus filas con el joven Kevin Durant, máximo anotador de la fase regular de la NBA el pasado curso. Es, sin lugar a dudas, el mayor aspirante a suceder a Gasol como MVP, aunque sus premios individuales deberán venir derivados de un baloncesto de calidad en el equipo que dirige el mítico Mike Krzyzewski.
Otros compañeros del alero de los Thunder, como el veterano Chauncey Billups o los insultantemente jóvenes Derrick Rose y Stephen Curry, podrían apoderarse del protagonismo del combinado americano y optar también a este premio, codiciado por otros jugadores de la NBA que actúan en otras selecciones. Es el caso, por ejemplo, de Hedo Turkoglu, que tiene en este Mundial su última oportunidad para reivindicar su extraordinaria clase.
Para que Turkoglu quede destacado como el mejor jugador del torneo, deberá tirar del carro de su selección, la anfitriona, que alcanza la cita con muchas dudas pero con un gran equipo. Su caso es similar a los de otras favoritas, como Grecia, Serbia, Brasil y Argentina, que han completado fases de preparación un tanto irregulares.
El joven Milos Teodosic, que ya maravilló durante el pasado Eurobasket de Polonia, canalizará las opciones serbias en Turquía Junto a él habrá un nutrido grupo de grandes jugadores, algunos por explotar, como el flamante fichaje del Caja Laboral Nemanja Bjelica. También un toque baskonista tienen otros dos jugadores interiores que podría convertirse en los dominadores del torneo. Por un lado, Luis Scola, que ejercerá de líder de Argentina tras haberse asentado como un jugador de gran nivel en la NBA. Y por el otro, Tiago Splitter, referente de una selección brasileña que tiene más nombres que colectivo. Anderson Varejao o Leandrinho Barbosa comparten el liderazgo con el ahora pívot de los Spurs en la canarinha.
Una sorpresa sería que el galardón de mejor jugador fuese a parar a manos de hombres de gran calidad pero cuyas selecciones parecen llegar a Turquía con muchas menos opciones. De Grecia se puede esperar cualquier cosa, y dispone de grandes jugadores, aunque quizá su principal baluarte ofensivo sea Spanoulis. Croacia cuenta con un tipo que se asemeja mucho a Gasol en cuanto a juego y debe explotar: Ante Tomic. Y David Andersen, por mucho que quiera, deberá esperar un milagro para que su selección dé la sorpresa y lo coloque en situación de postularse como heredero del gran ausente del torneo.