El Real Madrid y el Peñarol uruguayo reeditarán en el trofeo Santiago Bernabéu, cincuenta años después, la final de la Copa Intercontinental que disputaron ambos clubes. Será un encuentro con tintes históricos y que no tendrá nada de amistoso para los hombres de José Mourinho. El técnico portugués tendrá la última oportunidad de la pretemporada para ver en un partido el estado de sus jugadores, que deben pelearse por tener una plaza en el once titular blanco.