PORTUGAL: Eduardo; Ricardo Costa, Ricardo Carvalho, Bruno Alves, Pepe (Min. 63, Pedro Mendes), Duda (Min. 54, Simao), Tiago, Raúl Meireles (Min. 84, Miguel Veloso); Fabio Coentrao, Danny y Cristiano Ronaldo.
BRASIL: Julio César; Maicon, Lucio, Juan, Michel Bastos; Gilberto Silva, Felipe Melo (Min. 44, Josué), Daniel Alves; Julio Baptista (Min. 82, Ramires); Nilmar y Luis Fabiano (Min. 85, Grafite).
Árbitro: Armando Archundia (México). Mostró tarjeta amarilla a los portugueses Tiago, Pepe, Duda y Coentrao, y a los brasileños Luis Fabiano, Juan y Felipe Melo.
Incidencias: Estadio Moses Mabhida de Durban, ante unos 62.700 espectadores. Tercera jornada del Grupo G.
DURBAN. El duelo más esperado de la primera fase, el que aglutinó más renombre sobre el césped, realzó el equilibrio entre dos serias candidatas, Brasil y Portugal, abocadas al empate para sellar su presencia en octavos de final sin necesidad de contemplar el otro duelo del grupo. Ninguno salió reforzado del envite. Pasional en el arranque e intenso en el primer tramo, que decayó paulatinamente hasta ser preso del esfuerzo y conformismo que advierte el resultado. Sin goles.
Y eso que el arranque prometía. Quiso imponer su autoridad desde el principio el conjunto brasileño. A pesar de tener amarrado el billete, no hubo relax para el cuadro de Dunga, que sorprendió con la exclusión de Robinho. Fue la única precaución. Único gesto de cara al futuro. Además, premió a Nilmar. Aún así Brasil salió con todo. Amarró el peso del duelo desde el inicio, cuando se volcó sobre un rival aún con el pase en el aire. Una posibilidad impensable, dada la diferencia de goles respecto a Costa de Marfil.
pepe cumple en su vuelta Queiroz tiró de Pepe. El madridista volvió a sentirse jugador ante Brasil. Seis meses y trece días después de su lesión con el Real Madrid en el estadio de Mestalla, con una rotura del ligamento cruzado de la rodilla derecha. El preparador luso le ubicó delante de la defensa para frenar el centro del campo rival. Estuvo a la altura, de frente a la pelea y sin volver la cara a la situación. Brasil amarró el balón con un ataque descarado. Portugal se resguardó atrás, a la espera de recurrir a la velocidad de su ataque para poner a prueba a Julio César. En esto lideró la situación Cristiano Ronaldo, acompañado del atacante del Zenit San Petersburgo Danny y Fabio Coentrao. La tensión se palpó. Sobre todo en el centro del campo. Cinco tarjetas amarillas antes del descanso delataron lo serio de la situación.
Luis Fabiano fue una amenaza constante para Eduardo, que mantuvo el tipo cada momento. Un disparo y un cabezazo posterior, a centro de Maicon, que salió cerca del palo, avisaron a Portugal. Tuvo pinta de gol, sin embargo, una ocasión de Nilmar, que ganó la espalda a su par y remató al poste. Un tiro de gol si no hubiera sido por el desvío de Eduardo. Dos incursiones de Cristiano cambiaron la cara al partido a la vuelta de vestuarios. Se sumó Simao, que entró por Duda, con un disparo que paró Julio César. El meta del Inter creció ante el acoso luso. Fue decisivo en la ocasión del partido. Una acción de Ronaldo, que tras deshacerse de Juan fue interceptado por Lucio. El rechace fue a parar a las botas de Meireles, que disparó en carrera hasta que una mano de Julio César abortó la acción. El partido luego decayó del todo. El balón circuló sin destino, aletargado y delatado por los pitos de la grada. Sólo se sobresaltó al final, con un chut postrero de Ramires, desviado por Coentrao, que sacó con una mano Ricardo. Casi todos contentos.