"Miren, les quería mostrar lo que me regalaron mis hijas Dalma y Gianinna en el día del Padre". Con una sonrisa de oreja a oreja, Diego Armando se echó una mano al bolsillo en los prolegómenos de la rueda de prensa previa al partido contra Grecia y extrajo unas gafas oscuras con incrustaciones de brillantes en las patillas. "Son bárbaras", exclamo, al tiempo que se las ponía para que los reporteros gráficos captaran las instantánea. Cada día que pasa en Sudáfrica, el técnico de la albiceleste escribe un nuevo capítulo de su particular show, ya sea dando jugosos titulares en sus comparecencias públicas, apuntándose a los lanzamientos de penaltis y faltas en los entrenamientos, saltándose a la torera cualquier reglamentación de horarios de la FIFA o proporcionando muestras constantes de cariño a sus jugadores.
En este último capítulo brilla con luz propia Leo Messi. Desde su llegada a Sudáfrica, Maradona se ha encargado de cerrar a cal y canto cualquier posible polémica con el jugador del Barcelona y no sólo eso, sino que no pierde la oportunidad de mimarle a la mínima oportunidad. Si en la víspera del debut mundialista le deseó que se convirtiera "en el mejor jugador de la historia", ayer aseguró que se iba a quedar fuera de las numerosas rotaciones que quiere introducir en el duelo ante los helenos por considerar que sentarle en el banquillo sería prácticamente una blasfemia. "Messi quiere jugar siempre y eso me encanta. Teníamos pensado darle descanso pero tener fuera un jugador de la talla de Leo, el mejor del mundo, era un pecado", destacó. Ante la ausencia de Javier Mascherano, su habitual capitán, el seleccionador no quiso confirmar quién iba a ser el portador del brazalete, pero fuentes cercanas a la Federación Argentina confirmaron a última hora de ayer que ese honor recaerá en Messi, que mediante este nuevo guiño de Maradona debutará en la capitanía dos días antes de cumplir los 23 años. Además, El Pelusa deseó que "ojalá Messi pueda marcar su primer gol"y para ello le rodeará con Diego Milito y Sergio Agüero en un once inicial que sufrirá no menos de siete cambios.