las finales son un misterio", dictamina Abel Barriola, protagonista en siete finales, tras una extensa, minuciosa y sesuda autopsia sobre la final del Manomanista que enfrentará a Martínez de Irujo y Xala esta tarde (17.00 horas, ETB-1) en el Ogueta de Gasteiz, donde Juan e Yves, que se retaron en 2004, intentarán entronizarse en la gloria tras girar la manilla de la última puerta, la que da acceso al indescifrable espinazo del que cuelgan las txapelas, la lana tejida con aristas. Explica el zaguero de Leitza que los duelos trazados por la escuadra y el cartabón de la transcendencia no atienden a la lógica por el enrevesado cableado que desemboca en un instante. "En las finales sólo cuenta cómo seas capaz de rendir ese día y a esa hora. Todo lo que le rodea, lo anterior, el estado de forma, el físico y esas cosas por muy importantes que parezcan no dejan de ser el envoltorio. Las finales se ganan jugando a pelota más que el rival en ese preciso momento". Es el celofán que abriga un asunto enigmático, difícilmente diseccionable desde sentido común, de incierta resolución porque "las variables son muchísimas. Con las finales nunca se sabe. Martínez de Irujo es el favorito, pero el partido está muy abierto porque Xala está en un gran momento y en las finales influyen muchos factores".
En el infinito en el que laten las finales se han adentrado Martínez de Irujo y Xala por la extraordinaria atracción que genera el nirvana, capaz de derribarlo todo, incluso el temor a las zonas oscuras en las que se desconoce no sólo las reacciones ajenas sino lo que resulta las más desasosegante, las propias, porque el miedo a perder y el vértigo a ganar respiran en el mismo acorde. "La mentalidad es determinante a la hora de afrontar una final, pero luego el partido, sus circunstancias te llevan a un lado o a otro. A veces encuentras soluciones a los problemas que se te presenta y otras veces no". Sostiene Abel que el argumento principal de Martínez de Irujo, su respuesta al reto de competir en toda la cancha, es "la velocidad de su pelotazo. Nadie es capaz de mover la pelota tanto de izquierda como de derecha a semejante velocidad. Eso significa que abre mucho hueco. A partir de ahí es cuando manda y no tiene tanta necesidad de arriesgar porque eso le otorga la iniciativa y ventaja sobre el tanto". Para contrarrestar el vigoroso pelotazo del delantero de Ibero, "Xala deberá salir sin miedo. No tener ninguna duda sobre lo que tiene que hacer y deberá tomar riesgos", analiza el leitzarra, que opina que a Martínez de Irujo "siempre le quedan otros recursos si el del pelotazo no funciona".
caliente y frío Maravillosamente dotados ambos para la pelota, dos virtuosos, -"son dos pelotaris artistas"-, concede Barriola- el leitzarra considera al delantero de Ibero un manista en el que prevalece "la potencia mientras que Xala es más fino, más técnico". Aunque comparten un brillante catálogo de cualidades, mejorado el de Yves por un mejor sostén físico y el de Juan por un aprovechamiento más lúcido de su manual de estilo y una gestión más pausada de los partidos, Abel establece, sin embargo, un Rubicón entre ambos, el temperamento, su genética "eso que es imposible de cambiar". "Juan es un pelotari caliente y siempre lo será, pero que no piense la gente que hace tonterías en la cancha, además cada vez juega más serio. Xala, por su parte, es frío, pero no por ello menos competitivo", desgrana Barriola, convencido, no obstante de que "Irujo ya no arriesga tanto. Elige mejor las pelotas a las que de entrar y sobre todo, desde que está con Patxi Eugi juega más serio, no regala tanto como antes".
De hecho, para Abel superar la enriquecida y completada versión de Martínez de Irujo, "que ha ido de menos a más en el campeonato", resulta muy complicado bajo cualquier prisma. "Xala tendrá que jugar perfecto, sin tener dudas y sin miedo. Para hacer frente a Juan pienso que intentará enredarle cerca del frontis porque si Juan mantiene a Yves a raya, más allá del cinco, impondrá su pelotazo y tendrá mucho ganado porque su golpe es superior al de Xala". Extraordinarios en el juego de aire tanto en su vertiente ofensiva como defensiva, Abel subraya la volea de derecha del lekuindarra "una postura con la que hace mucho daño". También enfatiza el leitzarra el exuberante aire de Juan "porque con un pelotazo es capaz de pasar de defender a atacar" y la determinación y buena muñeca a la hora de abrir ángulos y acabar el tanto, un potosí en un frontón que premia el juego de ataque que ejecutan ambos.
"El Ogueta es una cancha que le viene bien a los dos", indica Abel, que ve a Juan e Yves potencialmente dispuestos al saque-remate en un frontis que penaliza al restador porque es 80 centímetros más bajo de los reglamentario. "Lo pueden utilizar, pero creo que Juan esperará más que Xala porque querrá abrir hueco jugando a bote y entrar al remate sin tomar tantos riegos". Las tendencia para la aventura de Juan las ha canalizado Patxi Eugi, su botillero, que ha frenado la tendencia al desboque del delantero navarro. "Desde que está trabajando con Eugi a Juan se le ve más maduro, jugando con más pausa y esa es una de las claves para su mejoría", significa Abel, que también considera muy buena la tarea realizada por Zubieta, consejero de Yves, con Xala "porque consigue que esté metido, con tensión, concentrado durante todo el partido". Luego sólo queda resolver el misterio tras la última puerta.