HAY muchas formas de entender el fútbol y todas ellas son respetables. Existe una especie de enfrentamiento entre el fútbol bonito y el práctico. Entre el fútbol elaborado y el futbol directo. Es cuestión de gustos. Yo personalmente me decanto por el primero. Es más bonito para el espectador y además da más frutos que el otro. Así lo están demostrando el Barcelona y la selección española, a pesar de la derrota frente a Suiza.
Como deporte colectivo que es, en el fútbol hay que asociarse con los compañeros. Para eso es necesario que el terreno de juego esté en perfectas condiciones. Y afortunadamente los campos del Mundial de Sudáfrica presentan un muy buen aspecto. Se nota que en esa faceta han trabajado muy duro. Y eso es muy de agradecer, sobre todo para el espectador.
Se da la circunstancia de que las dos máximas favoritas para ganar el Mundial tienen una especie de papeles cambiados. Porque la selección canarinha emplea más la furia y la roja el jogo bonito. Si comparamos los centros del campo de estas selecciones nos encontramos con Gilberto Silva y Felipe Melo, dos jugadores físicos, en Brasil, mientras que España presenta a los Xavi, Silva, Iniesta y compañía. Jugadores con muy poca corpulencia, pero con mucho fútbol en sus botas.
Hay que aclarar que el fútbol elaborado no esta reñido con el aspecto defensivo. Como dijo Arsene Wenger, "el mejor defensa del fútbol europeo es Xavi". Argumentaba el entrenador del Arsenal que el catalán no pierde ningún balón. Y qué mejor forma para defender que tener la posesión del balón. Y es verdad que el éxito de un equipo, o de una selección está en el equilibrio, pero dentro del equilibrio también esta la forma de entenderlo. Si la mayoría son de tocar, de construir, o de perfil defensivo.
Es como los sistemas o dibujos tácticos. Hay sistemas de 4-4-2 defensivos o muy ofensivos. Dependiendo de que tipo de jugadores compongan esas alineaciones. Al final el objetivo es ganar. Y todos buscan lo mismo. No creo que haya ningún entrenador que prefiera perder jugando bien que ganar jugando mal. Pero yo nunca entenderé a esos entrenadores, por llamarlos de alguna manera, que prefieren ganar jugando mal. Nunca hay que perder ese punto de vista que nos ha llevado a amar este deporte. El fútbol es de la calle. Y todos los futbolistas hemos salido del mismo equipo: La Calle Club de Fútbol. Y por mucho que se trabaje el aspecto táctico, físico y demás, los Messi, Özil, Silva, Robinho y compañía no se cansan de recordarnos a todos que el fútbol es callejero.
Después de ver a todas las selecciones al menos en un partido, tengo la impresión de que casi todas han salido con el freno de mano puesto. Con temor a perder. De ahí que no se hayan visto muchos goles. Esperemos que después del primer partido se suelten la melena, y como dijo Jim Broadbent en Moulin Rouge, el espectáculo debe continuar...