URUGUAY: Muslera; Victorino, Diego Lugano, Godín; Pereira, Diego Pérez (Min. 87, Eguren), Arévalo, Pereira; Ignacio González (Min. 62, Lodeiro); Diego Forlán y Luis Suárez (Min. 75, Abreu).
FRANCIA: Lloris; Sagna, Gallas, Abidal, Evra; Gourcuff (Min. 77, Malouda), Toulalan, Diaby; Govou (Min. 85, Gignac), Ribery y Anelka (Min. 74, Henry).
Árbitro: Yuichi Nishimura (Japón). Expulsó al uruguayo Lodeiro por doble amarilla en el minuto 81. Amonestó a los uruguayos Victorino y Lugano; y a los franceses Evra, Ribery y Toulalan. .
Incidencias: Estadio Green Point Stadium, de Ciudad del Cabo. 64.100 espectadores.
vitoria. No por previsible resultó menos decepcionante. Toca aguardar jornadas venideras para paliar el regusto amargo que futbolísticamente deparó el primer día de competición, donde el cruce entre Uruguay y Francia respondió a las expectativas más agoreras: escasa disposición creativa y ausencia de goles. La primera, porque en sus genes lleva implícita esa forma de entender la disciplina; la otra, la actual subcampeona, por su decadencia. Que fuera el colectivo arbitral el agraciado con los parabienes da fe de lo acaecido en el césped.
Del puzzle galo se desprendió que Govou mereció irse a la ducha ya en la primera parte, echando de menos la presencia de Malouda y la ubicación real de Franck Ribèry, neutralizado en una banda antinatural.
Con Anelka muy individualista, el poderío galo arriba se desvanecía en cuanto se trataba de pisar el área aunque tampoco fluían las ideas en mediocampo. Un guión que favorecía los intereses del cuadro celeste, muy cómodo y a la espera de que Forlán hiciera las diabluras necesarias para conseguir hacerse con un balón en condiciones. La tuvo el colchonero en un potente disparo que posibilitó el lucimiento de Lloris, pero también Gourcuff en un centro cerradísimo que terminó sacando Muslera desde la mismísima escuadra.
Cuando ambas escuadras parecían dejar atrás la tensión del debut, el encuentro se hizo más tedioso por lento, de estudio, peleado en cada metro del campo y sin dar ventajas. Los de Domenech, con Abou Diaby, como abanderado, se apropiaron del balón y buscaron por las bandas abrir la zaga rival, de cinco futbolistas, que sin embargo respondió bien pese a algún error del capitán Diego Lugano en un despeje complejo. La segunda parte no mejoró en prestaciones.
Tanto es así, que el debate se centró en los malogrados cambios del seleccionador galo, empecinado en mantener a Govou, relevando a Gourcuff y dando accedo a Henry, que se llevó la ovación de la noche. Tras otra ocasión de Forlán, la joven promesa del fútbol celeste Nicolás Lodeiro ingresó en el verde pero su falta de experiencia le llevó a recibir la tarjeta roja en veinte minutos tras una fuerte entrada a Sagna.
En resumen, todo apunta a que los bleus no han cambiado nada tras su polémica fase de clasificación. Pero hace cuatro años ya se les dio por muertos. Y sólo una tanda de penaltis les separó de coronarse en aquel entonces en Alemania. De momento, tienen mucho por mejorar. Mientras, la selección de Uruguay se ha soltado los nervios y suma un punto valioso que le hace mantener las espadas en alto para intentar colarse a la siguiente fase.