rustemburgo. La premisa para el astro de la selección inglesa, Wayne Rooney, es clara: prohibido insultar. El capitán, Steven Gerrard, advirtió ayer al colérico delantero que controle su temperamento en la cancha, justo cuando el técnico, Fabio Capello, anunció que ya tiene el once titular para el Mundial.

"Debe pagar su frustación con los rivales, no con los árbitros. Wayne tiene suficiente experiencia para asumirlo. Sabe que lo necesitamos", dijo Gerrard en el cuartel general de los leones en Rustemburgo.

Los ataques de ira de Rooney con los árbitros le han generado ya varias expulsiones en el pasado. Algunos medios británicos informaban ayer incluso de que los árbitros brasileños recibieron una lista con 20 posibles insultos en inglés para su encuentro con el delantero en el partido de mañana ante EEUU.

Los colegiados brasileños anunciaron desde ya que prestarán especial atención a lo que digan los ingleses en su debut mundialista: "Tenemos que aprender las palabras que suelen usar los jugadores. Sabemos que todos profieren maldiciones", dijo el asistente Altemir Hausmann.

"A todos los jugadores nos han exigido dirigir nuestras emociones en la dirección correcta", recordó por su parte Gerrard, capitán de los pross. El compañero del atrabiliario jugador en la delantera inglesa, Emile Heskey, rompió, sin embargo, también una lanza por Rooney: "Sólo quiere ganar. Tiene la sangre muy caliente y tiene el corazón en la lengua", afirmó.

"Desde luego que no queremos quitarle el fuego. Está siempre electrizado, por eso es uno de los mejores jugadores del mundo", dijo también Gerrard.

Capello dio por sentado que las advertencias de los últimos días darán sus frutos durante el torneo. "Wayne está bien. Creo que jugará un gran Mundial", dijo el técnico italiano, que ya tiene definido el once titular que jugará ante EE.UU.

Rooney controla el balón. Foto: efe