BOSTON. Todo volvió a la normalidad en las Finales de la NBA después que Los Ángeles Lakers con una gran defensa, la aportación del escolta Kobe Bryant y el factor sorpresa de Derek Fisher les permitió ganar el tercer partido por 84-91 a los Celtics de Boston.

La victoria sirvió para que los Lakers recuperasen la ventaja de campo y ponerse 2-1 arriba en la serie que disputan al mejor de siete con lo que tienen cuando menos asegurado el volver al Staples Center, de Los Ángeles.

El cuarto partido se jugará el próximo jueves en el mismo escenario del TD Garden, al igual que el quinto el próximo domingo.

Si fuesen necesario un sexto y séptimo se disputarían en Los Ángeles.

Desde que se estableció en 1985 el formato de 2-3-2 para las Finales de la NBA en las 10 series que se han empatado a 1-1, el equipo que ganó el tercer partido consiguió el título de campeón.

Una vez más, cuando todo estaba a favor de los Celtics tras ganar en segundo partido en Los Ángeles, los Lakers encontraron la manera de anular a los dos jugadores que les habían hecho daño con una gran defensa sobre el alero Paul Pierce y el escolta Ray Allen, que iba a ser decisiva.

Pierce, con problemas de personales y Allen perdido por completo con el toque de muñeca, falló los 13 tiros que hizo a canasta, incluidos ocho triples, dejaron a los Celtics sin sus mejores armas para poder ganar el partido.

Allen que en el segundo partido consiguió 32 puntos, incluidos una nueva marca en las Finales de ocho triples, en el tercero sólo logró dos puntos, que fueron de tiros de personal.

Los Celtics tampoco estuvieron inspirados con su defensa en la primera parte y Bryant lo aprovechó para comenzar a ser la estrella del ataque de los Lakers que al final aportó 29 puntos, siete rebotes y cuatro asistecias.

Faltaba todavía el factor sorpresa del partido cuando en el cuarto periodo los Celtics se acercaron a sólo un punto en el marcador (67-68) y este iba a ser el veterano Fisher, que anotó 11 tantos de los 16 que aporto al concluir el partido.

El ala-pívot español Pau Gasol fue sin discusión el líder indiscutible en el juego defensivo de los Lakers y con un doble-doble de 13 puntos, 10 rebotes y dos tapones ayudó también al triunfo de los Lakers.

Gasol jugó 39 minutos para anotar 5 de 11 tiros de campo y 3-6 desde la línea de personal, repartió cuatro asistencias y cometió sólo dos faltas personales a pesar de tener que luchar contra el alero Kevin Garnett, que fue el mejor jugador de los Celtics.

El alero Lamar Odom fue el sexto jugador del equipo con 12 puntos, clave en la primera parte cuando se decidió el partido a favor de los Lakers, y el pívot Andrew Bynum dominó bajo los aros junto con Gasol para conseguir 10 rebotes.

Los Lakers concluyeron el partido con 43 rebotes por tan sólo 35 de los Celtics, que ahí fue donde perdieron también las opciones para conseguir la victoria.

Los 25 puntos de Garnett y 15 de Pierce (5-12, 3-4, 2-3), junto con los 12 del alero reserva Glen Davis, que les metió en el partido en el cuarto periodo, no fueron suficientes para evitar una derrota que les vuelve a dejar en desventaja en el duelo por el título.

Tampoco esta vez el base Rajon Rondo, que en el segundo partido logró un triple doble, iba a hacer su mejor juego para quedarse con sólo 11 puntos y ocho asistencias.

El dominio de los Lakers comenzó con la gran defensa de Gasol, el factor Odom y las genialidades de Bryant que iban a ser las claves que les permitieron irse al descanso con la ventaja parcial de 12 puntos (40-52) después que la habían tenido de 17 tantos (20-37).

No hubo ningún tipo de secretos en el dominio de los Lakers, jugaron mejor defensa al anular las acciones en ataque de Pierce, se fue con sólo cinco puntos (1-8, 1-2, 2-2), mientras que Allen no fue capaz de conseguir un sólo tanto (0-5, 0-3, 0-0).

Todo lo contrario sucedió con el ataque de los Lakers, que esta vez si superaron a la defensa de los Celtics, sin Rondo inspirado y mucho menos Allen para controlar las acciones de Bryant que lideró a los campeones de liga con 16 puntos, mientras que Bynum aportaba nueve y Odom Ocho.

Los Lakers además lograban 13 puntos desde la línea de personal en 15 lanzamientos por sólo 6 de 12 para los Celtics, que tampoco tuvieron el dominio bajo los aros con 21 rebotes por 27 de sus rivales.

El banquillo de los Celtics no respondió en el segundo cuarto a los reservas de los Lakers que los dominaron con 16 puntos por tan sólo ocho del equipo de Boston.

Sólo Garnett mostró su clase de líder y estrella con una aportación de 15 puntos y cinco rebotes, que no fueron suficientes para evitar el dominio de los Lakers como equipo.

El entrenador de los Celtics, Doc Rivers, comprendió que no era la noche de Pierce y Allen y a los pocos minutos de comenzar el tercer periodo se decidió por cambiar los marcadores, darle descanso a Garnett y convertir al escolta reserva Tony Allen en la clave del ataque y de la defensa sobre Bryant.

Los Celtics intentaron la remontada en la segunda parte y con un parcial de (61-67) al concluir el tercer periodo y (67-68) a falta de 9:45 para concluir el partido estuvieron cerca, pero les faltó siempre acertar con los puntos decisivos, que esta vez fueron de los Lakers con Bryant y Fisher de protagonistas.