A PRINCIPIO de temporada y tras ver las plantillas del Barcelona y del Real Madrid todos los presagios les señalaban como los grandes favoritos para jugarse todos los títulos. El Caja Laboral y el Unicaja aparecían en un segundo plano con buenas plantillas pero no a la altura de las primeras. Al final, el conjunto vitoriano ha conseguido ser el invitado sorpresa.
El hecho de que el Baskonia haya conseguido eliminar al Madrid ha sido debido a una serie de factores. En primer lugar a que su quinteto titular en el último partido estuvo a la altura de los dos primeros duelos. En todos ellos los cinco jugadores que salieron de inicio fueron capaces de conseguir el 86%, el 87% y el 75% de la anotación total. En los dos partidos disputados en Vistalegre sólo anotaron el 65%. Esto nos da un dato esclarecedor de que el Caja Laboral ha dependido mucho de las prestaciones de su quinteto ideal.
En segundo lugar, en los partidos de casa el equipo de Dusko tomó la iniciativa desde el principio y al Madrid le costó entrar en juego y fue siempre a remolque del cuadro baskonista. En tercer lugar, Pablo Prigioni no ha sido capaz de realizar su juego en el Buesa Arena. Mientras en Vistalegre fue el claro dominador del tempo del partido, suministrando balones a Tomic cerca de canasta o a Reyes y Velickovic con superioridad física sobre sus pares, en el Buesa Arena -a excepción de los últimos veinte minutos del segundo encuentro- no ha buscado su sitio o no se lo han dejado.
En cuarto lugar, a pesar de venir a Vitoria con una gran confianza en sus posibilidades y con la moral alta por haber logrado empatar la eliminatoria, al Madrid le costó entrar en juego y eso en unos play off se paga muy caro. En quinto lugar, el combinado de Ettore Messina no ha sabido defender a Eliyahu, un jugador muy rápido, con tiros inesperados, no muy ortodoxos pero efectivos. Además, el Madrid estaba acostumbrado a defender el estilo de Teletovic, mucho más previsible. Y, en sexto lugar, la aportación de Llull y de Felipe Reyes a día de hoy no es suficiente para doblegar a un equipo de primer nivel como el Caja Laboral. Necesitan de la ayuda que les aportaron en Madrid los Tomic, Prigioni, Bullock y compañía.
A partir de ahora, a pensar en el Barça. Está claro que es el gran favorito para ganar la Liga, pero de ahí a darla por perdida va un abismo. Los números que ha hecho esta temporada el equipo de Xavi Pascual son espectaculares, pero las finales están para jugarlas y competirlas. El hecho de que el Caja Laboral en los últimos años haya sido un asiduo en la final de la Liga ACB hace que el llegar de nuevo a este punto no se tilde de extraordinario, pero a mi entender sí lo es.
Por una parte es señal de que el equipo se ha consolidado como uno de los grandes y ya no sorprende verle en las finales. Y por otra parte demuestra la capacidad de amoldarse a lo que tiene y de hacer frente a los problemas que se le han presentado a lo largo de toda la temporada.