apoyado el Manomanista por fin sobre un punto de retorno imposible, en el vestíbulo donde se expenden los pasaportes para la final del torneo, el mullido retén de la gloria, o el pase pernocta, el descanso definitivo de los caídos, asoman Asier Olaizola e Yves Sallaberry, Xala, sobre una mutación pareja en lo esencial, pero que se recorre a la inversa, de dentro hacia fuera para Asier, ovillado como está en la madeja de nervios, aunque cada vez en menor grado: "Sé que voy a salir nervioso. Es algo que tengo asumido, pero anímicamente estoy muy bien"; o de fuera hacia adentro, rearmado Yves en su moral por un físico fortalecido, acallados los dolores que sometían su juego. "Hace tiempo que no estaba tan bien, no me duele nada, así se puede entrenar". Ambas mejorías, la de la gestión más pausada del tobogán emocional de Asier -la de su patio- y la de la mayor sostén muscular de Yves, -la de su fachada-, han impulsado a ambos manistas hasta la semifinal que discuten esta tarde (18.00 horas, ETB Sat) en el Labrit de Iruñea y que situará a alguno de los dos en la orilla del nirvana. Para acceder a tan divino paraje, Asier, que ha tumbado a Xala siempre que han competido mano a mano ya fuera en el acotado o sobre toda la cancha, -"hasta el momento he jugado tres veces contra él, dos en el mano a mano y otra en el cuatro y medio, le he ganado, pero creo que este año Xala está bastante mejor"-, se refugiará en el juego clásico que interpreta con una derecha contumaz, una tuneladora, y con la dejada como elemento de corte. Por su parte, el lekuindarra, -reanimado el andamiaje desde que somete el físico al discurso de Justo Lillo, preparador de Aspe- capaz de manejar más recursos, de mezclar el juego de aire tanto en defensa como en ataque, se fundamentará en el manual de estilo con el que se ha encumbrado en la presente edición del torneo, en el que una vez corregido el doliente caparazón se ha mostrado en todo su esplendor aunando cosmética y eficacia a partes iguales.

dos manistas "sobrados" Lo asume el de Goizueta, al que la experiencia le ha otorgado más poso y jerarquía en el torneo, con gran naturalidad: "A Xala se le ha visto que está muy sobrado, los tres partidos que ha jugado los ha ganado muy fácil, además, aparte de ganar fácil se le ha visto sobrado de juego". Pero lo cortés no quita lo valiente y Asier, que ha crecido en autoconfianza, no cede. "Yo también estoy en semifinales por algo, he jugado tres partidos muy complicados e intentaré darle guerra".

Xala, espléndido desde el Parejas, en el que se coronó abrochado por Zubieta, tampoco esconde el impacto generado por su rival, que también ha lucido en el torneo gracias, sobre todo, a su pesada pegada, al criterio y el acierto con las dejadas, así como a un menor número de saques encajados. "Yo también le veo sobrado a Asier. Sé que es un contrario peligroso para mí, con la derecha le da muchísimo, tiene experiencia mano a mano. Su golpe y su dejada son peligrosos". Sucede que tanto Olaizola I como Xala han escapado a los temores propios por elevación y esta tarde compiten por saber quién de los dos ha salido más reforzado de una terapia de patio y fachada.