Barcelona. El FC Barcelona no pudo completar la remontada pese a ganar (1-0) al Inter de Milán en la vuelta de semifinales de Liga de Campeones, donde un Inter que se dedicó a no jugar al fútbol pudo aguantar lo suficiente el envite de un Barça que reaccionó tarde y que no podrá defender en Madrid su corona de campeón europeo. No pudo desplegar su juego el Barcelona, debido a la buena estrategia defensiva del Inter. Fue un catenaccio puro en el que hicieron muy bien lo suyo, es decir, defender, dar patadas al balón para alejarlo de Julio César y usar toda la agresividad posible, no siempre la permitida, en su fin. Al final, el Inter tenderá una final que se medio ganó en la ida, donde sí jugó al fútbol, mientras que el Barcelona tendrá que esperar para conseguir su cuarta Champions. La afición cumplió y llegó al Camp Nou bastante antes de lo que es habitual. El ambiente fue el de las grandes noches y el equipo quiso responder de inicio, aunque no salieron bien las cosas salvo en los cinco primeros minutos y los diez últimos.
Pedro fue el más incidente y quien probó fortuna en los primeros minutos, aunque sus disparos no encontraron el arco de Julio César. Sin posesión del balón alguna, el Inter se replegó atrás y consiguió cerrar todos los espacios entre líneas, por lo que Xavi se vio negro a la hora de intentar encontrar algún buen pase para sus compañeros. Tanto Guardiola como Mourinho innovaron en sus onces. Por parte blaugrana, Touré se sumó a Piqué y Milito como tercer central, con un Alves que ocupó todo el carril derecho blaugrana.
El portugués diseñó un once muy defensivo, con el mismo esquema que en Milán pero a la vez muy diferente, ya que el rumano Chivu, defensa, jugó de presunto extremo izquierdo en lugar de Pandev, un hombre con gol. Así, el guión estaba claro. Movimiento de pelota por parte del Barcelona y a verlas venir por parte italiana. Camp Nou apretaba como nunca y el equipo se contagió. Pedro tuvo el gol cerca, en un buen centro de Alves que empalmó con la derecha un poco desviado, pero fue Messi quien más se acercó a poner el 1-0. Con movilidad de movimiento, el astro argentino se fue al centro a buscar más espacios, algo que aún le fue más difícil.
Además, la agresividad del Inter fue de menos a más en el partido. Motta, tras pedir este martes a los jugadores del Barcelona que no se tiraran a la piscina, se fue a la calle antes de cumplirse la media hora de juego con roja directa debido a una agresión sobre Busquets. El ex blaugrana perdió los nervios y, una vez expulsado, agarró al internacional español por el cuello. Con uno menos, la consigna de Mourinho fue clara. Todavía más encerrados atrás y a perder tiempo en cada ocasión en que pudieran. El tiempo iba pasando, y el Barcelona no era capaz de encontrar el camino hacia el Bernabéu. Quizá un poco tarde, pero el Barcelona despertó y todos los disparos que no llegaron en los primeros 80 minutos lo hicieron uno tras otro hasta el final. Bojan consiguió marcar pero De Bleeckere lo anuló por mano previa de Touré.
FC BARCELONA Valdés; Alves, Piqué, Touré, Milito (Maxwell, m. 46); Xavi, Busquets (Jeffren, m. 63), Keita, Messi, Ibrahimovic (Bojan, m. 63) y Pedro.
INTER Julio César; Maicon, Lucio, Samuel, Zanetti; Cambiasso, Motta; Chivu, Sneijder (Muntari, m. 66), Eto"o (Mariga, m. 86); y Milito (Córdoba, m. 81).
Goles 1-0, m. 84: Piqué.
Árbitro Frank de Bleeckere (BEL). Mostró cartulina amarilla a Motta (m. 10), Pedro (m. 27), Julio César (m. 35), Chivu (m. 43), Lucio (m. 83) y a Muntari (m. 83). Expulsó por doble amonestación a Motta (m. 28).
Estadio Camp Nou. 96.214 espectadores que llenaron prácticamente las gradas.