Enfoca Iker Arretxe su próxima aparición en el Manomanista de Primera como sustituto del lesionado Aimar Olaizola, con la ilusión, el arrojo, la ambición y el impulso, acaso irracional, maravilloso, sin embargo, de los jóvenes aventureros ante un viaje singular, de aspecto homérico, iniciático en cualquier caso porque el delantero de Luzaide descubrirá un territorio que jamás ha pisado. Nunca ha disputado Iker el campeonato de Primera, jamás se ha medido a tan reputados pelotaris, -deberá competir con Xala y Gonzalez- pero sus entrañas, su perfil competitivo, le dicen que no será muy diferente al de Segunda, en el que estaba insertado. "Da igual jugar en Primera o en Segunda porque siempre voy al 100%", argumenta Iker, que se aproxima al desafío barnizado en una mixtura de "ilusión, pero a la vez con mucho respeto porque en el torneo de Primera lo tengo muy difícil: voy a jugar contra Gonzalez y Xala".
Aunque no ha asomado por las altas esferas, por las lujosos escalinatas que desembocan en los luminosos salones donde conviven los senadores, el delantero navarro, subcampeón del Manomanista de Segunda en 2008, intentará sacar provecho "a la gran oportunidad que me ha dado la empresa", algo que no esperaba. "En un principio dijeron que Begino iba a ser el sustituto de Aimar, pero ayer (por el lunes) me avisaron que sería yo quien sustituyera a Aimar y es una cosa que me ha dado mucha alegría. Con esto quiero decir que están viendo (la empresa) que estoy haciendo bien las cosas, me verán bien y me hace mucha ilusión entrar en el campeonato". Allí tras las solemnes reverencias, Iker acudirá con los colmillos afilados por la ambición, dispuesto a dejarse la piel en cada rincón. No le queda otra. "Para pasar a las semifinales tengo que ganar los dos partidos y voy a salir a ganar".
No se amilana Iker ante tamaño escollo, sabe que para acercarse a la gloria debe medirse a la élite, por eso no pierde la perspectiva ni enreda sus pensamientos más allá de lo que dicta la realidad. "Al final hay que jugar contra todos y yo siempre salgo a la cancha de la misma forma, da igual quién esté delante. Salgo a hacer mi juego, será otra velocidad y otro poder, pero voy a salir a dar todo lo que tengo, al 100%".
Lo hacia su padre, Fernando, un estajanovista del frontón que sublimó el sufrimiento y el trabajo hasta alcanzar cotas inopinadas y que pilota desde la voz de la sabiduría el tránsito de Iker desde el comienzo. "Mi padre me dice que salga a tope, como en todos los partidos de competición, a demostrar y a luchar y con sacrificio. A darle a tope". Y a tope le prepara su padre, que aún dirige los entrenamientos de Iker. "Me mete caña. Siempre he estado con él, hemos vivido la pelota desde pequeños y me aconseja muy bien. Normalmente entrenamos juntos, a nuestro aire". El delantero de Luzaide realizará un par de sesiones preparatorias hasta su toma de contacto en el campeonato, en el que le esperará Sèbastien Gonzalez, probablemente en el Labrit de Iruñea, su cuba manista. "Es bonito estar con los de Primera y que te vean con los mejores. A ver qué puedo hacer", cierra Iker Arretxe, antes de acometer su gran oportunidad. "Da igual quién esté delante", subraya valiente el joven delantero.
Lemuno sustituye a iker En una decisión sin precedentes, Asegarce anunció que Stephane Lemuno, que se convirtió ayer en manista profesional, sea el encargado de sustituir a Arretxe II en el Manomanista de Segunda. La elección de la promotora bilbaina parece del todo arriesgada por la inexperiencia del delantero de Iparralde que debutará el próximo lunes en Tolosa ante Aritz Lasa. Lemuno nació en Bogotá (Colombia) pero fue acogido por su actual familia cuando apenas contaba dos meses de edad. Se inició en el trinquete con siete años y no tardó en brillar. Bajo las órdenes de Pampi Ladutxe, su mentor, ha alcanzado el profesionalismo a los 24 años de edad.