vitoria. Reza el dicho que los viejos rockeros nunca mueren. En la NBA se cumple esta letanía. En la mejor competición de baloncesto del planeta mandan los viejos. Ahora que ha llegado la hora de la verdad, cuando un mal día puede pagarse con la sentencia de una eliminatoria, se ha impuesto una gerontocracia. Mientras un veterano Kobe Bryant trata de reeditar el título, sus habituales antagonistas, los Big Three de los Boston Celtics, también entrados en años, reverdecen laureles con la intención de superar el escollo Lebron y gozar de una nueva oportunidad para frustrar la fiesta púrpura y oro.
La actuación que firmaron ayer en el American Airlines Arena de Miami Paul Pierce y Ray Allen cerró las bocas de los muchos que los daban por acabados. El conjunto de Boston, reforzado con un Garnett que ha superado su enésima lesión, despachó (98-100) a unos Heat que no están dando la talla. Pese a la rutinaria exhibición de Dwayne Wade (34 puntos, 6 rebotes y 8 asistencias), que acabó lesionado y es duda para el cuarto partido, no pudieron detener la apisonadora verde. Con o sin bastón, Pierce (32 puntos) y Allen (25) pisotearon las escasas esperanzas del equipo de Florida de acceder a las semifinales de conferencia. Con 3-0 y la impresión de que los Celtics comienzan a carburar a un nivel que no han alcanzado en toda la temporada, nadie pondrá ya su dinero en favor de los Heat.
Otro abuelo se convirtió en protagonista en el duelo texano, que empieza a generarle ardor de estómago a Marc Cuban, el propietario de los Mavericks. Tim Duncan (25 puntos) sirvió de cimiento durante los tres primeros cuartos al coloso que coronó un acertado Tony Parker en los minutos finales. A los Dallas de Nowitzki la pendiente se le atragantó y así con esta derrota (94-90), segunda consecutiva, al que ha sido uno de los mejores equipos en la segunda parte del ejercicio se le empieza a complicar el pase a la segunda ronda.
En el tercer encuentro disputado en la madrugada de ayer los Utah Jazz también aprovecharon el cambio de sede de la eliminatoria para vencer en tierras mormonas a unos Denver Nuggets (105-93) que, como casi todos los años, escogen el peor momento de la temporada para desinflarse.