orio. El casco, el mascarón de proa del corredor moderno, se enfila y se solivianta, exagerado para las contrarreloj. Las gafas, oscuras, de grandes dimensiones, abrigan el anonimato de los rostros porque los enmascaran. Ambos elementos mimetizan a unos ciclistas con otros, los hace iguales, hasta que se desvisten del yelmo y la armadura que pelea contra el viento. Entonces cada uno es como es, sin postizos, y Chris Horner asoma como un norteamericano de edad media y de aspecto avejentado, calvo, entre los jóvenes ciclistas de patillas enfiladas y gomina enraizando el cabello.
Pero más allá del vigor estético de una buena cabellera, el norteamericano posee el pulso que muchos de los jóvenes no tienen, y recién concluida la crono, conocedor que se coronaría rey de la Vuelta al País Vasco, una carrera "a la que puse una cruz en el calendario", lanza un gesto enrabietado al aire instantes antes de danzar su castellano con acento de Oregón. Entonces, enlaza el refranero popular con su condición de líder, campeón a los 38 años: "Soy como los buenos vinos que mejoran con el tiempo".
Otro viejo, Armstrong, coetáneo, que camina por la misma edad, le anunció el triunfo con una apuesta. "Me dijo que iba a ganar", subrayó Horner, que no en Orio no olvidó la llegada a Arrate, cuando "ellos (Valverde y Samuel) hicieron táctica de equipo. Bueno estaban en su derecho, pero todavía no entiendo que no se hayan acercado a felicitarme". Se convenció del triunfo Horner en la carrera cuando supo que clavaba los tiempos con Valverde en la parte llana del recorrido. "En el momento en el que me dijeron que teníamos el mismo tiempo en el tramo final, supe que le ganaría", reconocía el norteamericano, que había estudiado la crono con detenimiento cuando pasó unos días junto a Imanol Aiestaran, un amigo con el que compartió pasado a pedales. "Además sabía cómo era la crono porque la corrí hace dos años".
También conocía Alejandro Valverde la orografía del asfalto, pero no pudo con el norteamericano, más fuerte contra el tiempo. "Yo he hecho una buena crono, pero él ha sido mejor. Se ha resistido la Vuelta, pero me quedó con el lado bueno. He estado cerca en todo momento durante la crono, he recortado tiempo, pero ya en la última parte veía que era muy difícil batirle", argumentó el murciano, contento con su actuación a pesar de que la txapela se le escapó por un puñado de segundos. "Yo no lo veo como una derrota. Sabía que él era muy fuerte en la crono y que la lucha iba a ser muy dura". A expensas de la resolución que adopte la UCI sobre su actual situación, Valverde apuntó que "Estoy contento. Todo eso no me preocupa".