arrate. Satisfecho, sereno, limpiando las lentes de sus Oakley de montura blanca, resguardado el gaznate para no contagiarse del frío que atrapó el Santuario de Arrate, donde se santificó Samuel Sánchez y se elevó Valverde al amarillo, prestado a Freire, el ciclista murciano, realizó una composición de lugar en la que situó al norteamericano Chris Horner como su máxima preocupación para lo que resta de Vuelta al País Vasco, que básicamente es la quebrada subida a Aia de hoy y la crono de mañana en Orio, donde posiblemente se resolverán todos y cada uno de los flecos que le cuelgan a la ronda vasca.
"Horner está muy bien y es un especialista en cronos. De momento llevamos el maillot, estamos haciendo una gran vuelta, pero hay que ser cautos y tener precaución porque Horner está fuerte y es peligroso", resaltó Alejandro Valverde, que no alberga ninguna duda de que deberá competir con el poderoso Horner y el huesudo Gesink. "Los máximos rivales son los que hemos visto hoy (por ayer): Gesink y Horner. Entre nosotros tres puede estar la victoria".
Aunque Alejandro Valverde sitúa la resolución de la carrera de manera casi exclusiva en la pugna contra el reloj de Orio, "la estuve mirando y se trata de un recorrido muy exigente" no pierde de vista la etapa de hoy donde emergerá la punzante subida de Aia. "La etapa de mañana (por hoy) es un etapón, es durísima y cualquier cosa puede pasar". Intentará el murciano "recuperar lo mejor posible" para vigilar a sus adversarios "tal y como ha hecho el equipo hasta ahora y ahora es más sencillo porque la carrera está más seleccionada que en días anteriores", que aseguró que en días como el de ayer "uno no se puede reservar nada. Hemos ido a tope, no puedes regular. Controlábamos todos un poco, pero no te puedes reservar prácticamente nada. En el último tramo, en los dos últimos kilómetros había que darlo todo".
Feliz con sus dos etapas, pero sobre todo por encabezar la general de la Vuelta al País Vasco, el ciclista murciano no escondió su gozo, por el triunfo obtenido por Samuel Sánchez-ambos se abrazaron al cruzar la línea de meta en Arrate-"porque Samu y yo somos buenos amigos y él se merecía la victoria. Yo llevo dos etapas ganadas y el maillot. Su victoria me alegra mucho", apuntó Valverde, dichoso por la manera en la que le está rodando el curso "en la carretera. He empezado muy bien la temporada".