Madrid. El italiano Valentino Rossi (Yamaha YZR M 1), como el español Jorge Lorenzo camino ya de Qatar, escenario del primer gran premio de la temporada, reconoció que en el 2010 se vivirá "una gran batalla, pues hay muchos pilotos fuertes".

El nueve veces campeón del mundo reconoció que el 2010 será, seguramente, un año muy divertido para los aficionados por la gran lucha que existirá en la pista, para agregar que "Qatar es uno de los circuitos preferidos para nuestra moto y esperemos que este año sigan los buenos resultados", incidió. "Finalmente, ya estamos en el inicio de otra temporada muy emocionante", explicó el campeón italiano, quien reconoció que "la pretemporada ha ido muy bien, pues nuestra nueva M1 funciona muy bien y tanto Yamaha como Bridgestone han realizado un trabajo magnífico que nos ha permitido ser rápidos en todos los circuitos".

"Solo hemos tenido seis días de preparación, pero hemos podido aprender muchas cosas de la nueva moto y tenemos un buen ritmo", comentó Rossi.

Los principales rivales del italiano volverán a ser un año más los españoles Dani Pedrosa y Jorge Lorenzo. Este último no está aún al 100% y asegura que necesitará "más tiempo para estar perfecto". Pese a todo, el mallorquín espera dar guerra una vez que se recupere. "Desgraciadamente he tenido problemas por la lesión de mi mano, pero estas cosas ocurren y aunque Qatar es una pista especial para mí, ¡aquí conseguí mi primer podio en MotoGP!, sé que ahora será más difícil, pero intentaré estar cerca", agregó Lorenzo.

PEDROSA HA GANADO PESO Por su parte, Pedrosa (Honda) vuelve a iniciar el Mundial con la ilusión de luchar por el título aunque es consciente de que aún no ha conseguido la mejor puesta a punto de su moto. "En Qatar echaremos el resto. Tanto Honda como yo. Cargaremos pilas y trabajaremos para hacer lo máximo. Espero que las cosas salgan bien. Partimos este año con la idea de luchar por el campeonato y, aunque siempre te puedes permitir algún resultado malo, esperemos que no llegue en esta carrera", afirmó.

El de Castellar del Vallés se mostró satisfecho por haber realizado la pretemporada "sin ningún problema" ya que las lesiones fueron un lastre los dos pasados años por lo que considera "un triunfo" haber rodado en todos los entrenamientos.

El catalán también ha ganado peso y musculatura. "Creo que eso me ayudará esta temporada. Lo mismo que la moto y el equipo tienen que mejorar cada año, el piloto también. Y creo que en el aspecto físico lo he conseguido", añadió. Sin embargo, reconoció que la Honda no termina "de ir bien. No hemos sabido encontrar el punto a la moto. Honda hizo algunos cambios que no se terminan de adaptar a lo que necesitamos. La moto se mueve mucho delante y detrás", recalcó.