VITORIA. "No impusimos el ritmo necesario en el frontón. Lo ciertoes que nuestro máximo fallo fue no saber dar el pelotazo definitivo",desgranó Aritz Laskurain. El zaguero de Soraluze, que tenía cantidadde seguidores en las gradas del frontón vitoriano, remendó laincapacidad de la pareja en eliminar a sus rivales. En la zaga,Aitor Zubieta superó a su némesis y en la delantera ocurrió lomismo. "Nos costó dar el pelotazo definitivo para conseguir eltanto". Analizaba el guipuzcoano la falta de contundencia a lahora de alcanzar el golpe necesario para inquietar a la parejade azul. Los tres tantos continuados con el alma en vilo de sucompañero no quedaron refrendados por el cemento que debía unira la pareja a la hora de afrontar una final, en el momento deeliminar al adversario. "En el peloteo largo fueron superiores",señaló el zaguero.
"Hubo un par de pelotas que tras entrenarlo se me fueron a lachapa, pero el mayor error no estuvo en eso. No acertamos a moverles",finalizó Laskurain.