miami. El tenista estadounidense Andy Roddick se proclamó ayer campeón del Masters 1000 de Miami tras imponerse con autoridad al checo Tomas Berdych, al que superó en dos sets (7-5 y 6-4) gracias a su potente saque. El estadounidense, que sacó al checo de la pista a pelotazos, demostró en este encuentro que atraviesa un excelente momento de forma.

Roddick, sexto cabeza de serie, demostró de hecho mucha más solidez que su rival a lo largo de las dos mangas que se prolongó la final en el torneo de Florida. Y así logró el triunfo, gracias su poderoso saque. Tras un disputado inicio de partido, la primera manga se resolvió para el lado del de Nebraska tras un intenso duelo de golpes con Berdych, que durante algunas fases del set inquietó a su adversario, aunque en ningún momento dio la impresión de que pudiera hacerse acreedor a la victoria.

El estadounidense, verdugo de Nadal en las semifinales, comenzó el encuentro con algunas dudas y le costó adapatarse al juego de su rival, que se sentía cómodo desde el fondo de la pista y sabía aprovechar las subidas a la red. Berdych jugaba bolas a media altura y ponía en dificultades a la derecha de Roddick, que era incapaz de inquietarle.

Ambos tenistas mantuvieron su saque sin problemas y de hecho hubo que esperar hasta el décimo juego (5-5) del partido para ver dos bolas de break a favor de Roddick. El norteamericano desaprovechó la primera, pero resolvió en la segunda para decantar el set a su favor (6-5) y resolver con su saque.

El segundo parcial comenzó de manera diferente y pronto se resolvió del lado del de Nebraska, que se benefició del desconcierto del checo y le rompió el saque en el primer juego. El cambio de actitud del estadounidense, más agresivo en el resto, fue vital para lograr la ventaja, que se convirtió en insalvable para su rival. A partir de ahí, supo administrar su ventaja gracias a su potente saque y poco a poco Berdych bajó los brazos, impotente ante un inspirado Roddick, que no dejó ningún resquició para la reacción de su oponente. En ningún momento dio la sensación de que el checo pudiese romperle el saque y logró una merecida victoria tras completar un gran torneo, como quedó patente en el partido en el que apeó de la competición a un Rafa Nadal que abandona el antiguo Cayo Vizcaíno con muchas dudas.

El tenista balear parece haber mejorado respecto a la segunda mitad del pasado año, cuando empezó a ceder el dominio que mantenía de manera tiránica en la clasificación de la ATP. En los dos primeros torneos -éste de Miami y el de Indian Wells- en los que ha participado se ha quedado a las puertas de ambas finales. Aunquesu rendimiento ha sido óptimo hasta que se ha aproximado a lo que habituaba en las primeras rondas, los enfrentamientos ante los grandes son los que generan inquietud.