Vitoria. A tres días de que se alce el telón a una nueva edición copera, las elucubraciones sobre el estado de forma presiden cualquier tertulia. A diferencia de otros años en los que el pronóstico era mucho más abierto, un claro favorito emerge en la cita bilbaína que arrancará este jueves. El Barcelona, no sólo de largo el equipo más solvente de la ACB sino también del Viejo Continente, acapara todos los focos de un torneo donde el Baskonia y el Real Madrid, las alternativas de más peso, intentarán apartarle de un reinado casi cantado. Su plácida hoja de ruta hasta la final refuerza su sólida candidatura.

Regal Barcelona (20-2)

Una máquina perfecta

Xavi Pascual maneja un colectivo interminable carente de fisuras. La exprimidora culé, que sólo totaliza tres derrotas desde el arranque del curso -en Canarias sucumbió por dos puntos, mientras que en Valencia y Belgrado lo hizo por la mínima-, no exhibe puntos débiles. Con un perímetro rebosante de talento, abanderado por Ricky Rubio y Navarro, y un cuarteto juego interior que aúna intimidación, músculo y centímetros, está predestinado a repetir el triplete del equipo de fútbol. Abate a sus rivales por agotamiento y el sacrificio defensivo exigido por su técnico hace de él una implacable trituradora.

Caja Laboral (19-3)

El estado físico, una incógnita

Sus doce victorias consecutivas en el torneo doméstico, muchas de ellas selladas de manera agónica, no reflejan del todo la difícil realidad azulgrana. Tras una campaña para olvidar en el capítulo de las lesiones, Ivanovic debe convivir con los problemas físicos de jugadores llamados a marcar la diferencia. Ultradependiente de esa colosal figura llamada Splitter, este torneo ejerce sobre él una especie de seducción que le coloca en el ramillete de favoritos. Su contrastada condición de equipo copero, la dureza mental para solventar situaciones límite en los minutos finales y el carácter ganador que viene forjando durante los últimos años pueden venirle de perlas para solapar las serias dudas en su juego.

Real Madrid (17-5)

Sombras inesperadas

Arrancó la campaña como un cohete, pero pierde gas a pasos agigantados. Ni siquiera la presencia de un grande de los banquillos como Messina le está permitiendo hallar un antídoto para amortiguar su progresiva caída. Inmerso en una delicada tesitura en la Euroliga, su errática trayectoria en la ACB tampoco invita al optimismo. Lleva cinco derrotas en los últimos once partidos, aunque este Real Madrid tiene nombres para plantar batalla. El residual protagonismo de ciertas piezas, léase Bullock, Vidal o Hansen, le está privando de alternativas en el juego. Ni siquiera la llegada de Jaric y Tomic ha supuesto un halo de luz para un equipo con más carencias de las que se presuponía en el verano cuando los focos mediáticos derivados de la llegada de Florentino Pérez alumbraban un año repleto de títulos.

Power Electronics (14-8)

Menos dinero, más solvencia

El club valenciano esta protagonizando este curso un caso ciertamente paradójica. Privado del manto protector de Juan Roig, el presidente que dilapidó una fortuna de dinero para obtener nulos resultados, en parte por rodearse de pésimos colaboradores que le arrastraron hacia el fracaso, exhibe una firmeza y una solidez inusuales hasta ahora. Spahija ha edificado un bloque robusto, aunque algo corto para salir indemne de tres partidos frenéticos. El técnico croata cruza estos días los dedos para que Rafa Martínez, la piedra angular de su proyecto, se recupere de una pequeña lesión muscular. Como quedó comprobado el domingo en Vitoria, todavía adolece de una mentalidad ganadora imprescindible para dar un salto cualitativo.

Cajasol (13-9)

La muralla defensiva

El aterrizaje del catalán Joan Plaza ha supuesto un antes y un después en la entidad sevillana, que se ha asomado al abismo en más de una ocasión durante un decepcionante último lustro. No es que su juego invite a pagar una entrada, pero consciente de sus limitaciones y del déficit en cuanto a talento que atesoran gran parte de sus jugadores, explota sus virtudes y básicamente hace peor al oponente de turno. Los andaluces sustentan su éxito en un descomunal trabajo defensivo y un ritmo extremadamente cansino. Gracias a ello, provocan tanteadores bajos que le van como anillo al dedo. El fichaje de un anotador puro como el díscolo Rubén Douglas debe otorgarle algo más de dinamismo y mordiente en ataque.

DKV Joventut (11-11)

En plena caída libre

A tenor de sus pésimos resultados recientes, debería ser el conjunto con las menores aspiraciones de los ocho aspirantes. Ha encadenado cinco derrotas consecutivas, su cotización se encuentra prácticamente por los suelos y el técnico Sito Alonso empieza a tener caliente su silla en el banquillo. La sensible marcha de Ricky, cuya sombra sigue siendo alargada en Badalona, ha supuesto un mazazo brutal. Azotado por una difícil coyuntura económica, le espera una complicada recta final de campaña. En las manos de la ametralladora Tucker descansan sus opciones de protagonizar una actuación aseada.

Asefa Estudiantes (10-12)

Renovadas ilusiones

El club, inmerso en la Ley Concursal, continúa tambaleándose en todos los sentidos, pero el rendimiento deportivo está siendo superior al esperado. Tras un penoso inicio, se ha asentado con el paso de las jornadas y tiene todos los boletos para pelear por el play off liguero. Cimenta sus éxitos en las magníficas prestaciones de su quinteto titular (Oliver, Lofton, Suárez, Caner-Medley y Popovic) y la buena dirección de Luis Casimiro, un técnico poco valorado con interesantes conocimientos en la materia. De los equipos que no partían como cabeza de serie antes del sorteo, es el más capacitado para poder acceder a semifinales.

Bilbao Basket (7-15)

Luz al final del túnel

Ni en sus peores pensamientos se podía sospechar que el anfitrión de la Copa estaría en una situación tan crítica a estas alturas. Tras desangrarse con Vidorreta en el banquillo hasta unas cotas insospechadas, la llegada de Katsikaris ha supuesto un balón de oxígeno. Su sonado triunfo en Vistalegre, además de permitirle abandonar momentáneamente los puestos de descenso, no ha hecho sino elevar la autoestima de una plantilla con excelente materia prima. El trío compuesto por Mumbrú, Banic y Hervelle, sin obviar el apoyo que le tributará el BEC, se antoja su mejor aval para hacer algo grande y dar la sorpresa ante sus vecinos vitorianos.