mi percepción es que el material está complicando la labor de los zagueros, a los que les cuesta mucho quitar pelota al delantero. Más que un material exigente creo que se trata de unos cueros complicados para los zagueros. La pelota cae a plomo del frontis, no sale cuando se golpea desde el cuadro ocho o nueve aunque sea perfecto el golpeo. Eso facilita el trabajo al delantero". La disección corresponde a un manista que considera que "muchos de los errores que se están viendo en los zagueros a pelotas que aparentemente no tienen nada" se deben al "extraño" comportamiento del material. La opinión de este manista, que prefiere mantener el anonimato, no es la única. De hecho, según ha podido saber DNA, en los vestuarios son muchos los pelotaris que se muestran preocupados por la reacción de las pelotas "que se quedan en nada a medida que transcurre el partido. No duran tanto como antes, segastan mucho antes, y pierden el brillo con mucha facilidad, así que luego a los partidos les falta ritmo y fluidez. Son muy trabados". Es más en Aspe se han puesto en contacto con Ander Ugarte, el pelotero de Punpa y proveedor único de los cueros que se emplean en la competición, para tratar de solucionar "el problema".

Sostienen las fuentes consultadas por este diario que "el pelotazo a medio frontis no hace daño porque la pelota no andan. Las pelotas que parecen que tienen algo de chispa o gracia lo único que hacen es coger bote, un bote exagerado, en cuanto se juegan cuatro tantos y las que son más bajas se quedan muertas al de nada". Apelan las misma fuentes que la pelota exigente "tiene que hacer daño, que obligar al rival, y en este campeonato apenas sí hay pelota con toque. Se salva alguna que otra, pero a la mayoría les falta chispa", exponen las mismas fuentes, que señalan que donde más se percibe el irregular comportamiento del material es en el Labrit de Iruñea, un recinto muy especial. "De por sí es un frontón en el que no es fácil acertar con el material, y ahora todo es mucho más complicado porque las pelotas varían muchísimo: entre las que cogen un gran bote y las que se quedan plof, sin nada".

nada que ver Además, en los pelotaris está generando inquietud las enormes variaciones que están sufriendo las pelotas entre la elección de material y su puesta en juego en los partidos "porque no sabes con lo qué te vas a encontrar en la cancha y eso no es bueno". "No tienen nada que ver las pelotas durante las elecciones de material cuando se prueban un poco con el comportamiento que tienen luego en el partido. Parecen unas pelotas completamente distintas. En las elecciones parecen una cosa y en los partidos te encuentras con otra muy diferente y así es muy difícil acertar con el material", de nuevo en la diana.