río de janeiro. El ex futbolista uruguayo Alcides Ghiggia fue inmortalizado en la Calzada de la fama del legendario estadio carioca Maracaná, donde arrebató la final del Mundial de 1950 a los anfitriones con un gol decisivo en el mítico Maracanazo.
"Nunca pensé que sería homenajeado en Maracaná, estoy muy emocionado. Mis sinceros agradecimientos al público. Viva Brasil", dijo Ghiggia, emocionado, en el mismo lugar en el que calló a 205.000 espectadores brasileños que abarrotaban el coliseo de Río de Janeiro cuando anotó el segundo tanto de Uruguay, en el minuto 79 de la final, que llevó el partido al 2-1 definitivo que sirvió para coronar al combinado celeste como bicampeón mundial.
La hazaña, probablemente el resultado más inesperado en la historia del fútbol, fue bautizado como Maracanazo y hoy todavía es un doloroso recuerdo para Brasil.