LA cuarta Copa Davis lograda en el Palau Sant Jordi de Barcelona puso el broche de oro para el tenis español en 2009, en una temporada marcada por el gran comienzo de Rafael Nadal con la conquista del Abierto de Australia y la pérdida del número uno en favor del suizo Roger Federer.
El año acabó como empezó, con un triunfo sonado y con Nadal en ambos escenarios, en Melbourne y la Ciudad Condal. En medio, sus dos lesiones, de rodilla y abdominales, y la derrota histórica en los octavos de Roland Garros, que le impidió sumar su quinto título consecutivo en París, y su baja en Wimbledon.
Pese a que hubo tres semanas en las que llegó a ser tercero del mundo, Nadal logró acabar 2009 segundo, acechando a Federer. Sus cinco títulos: Abierto de Australia, Roma, Barcelona, Montecarlo e Indian Wells le sirvieron para firmar una hoja de servicios más que aceptable, haciendo realidad su sueño de ganar la Davis, con presencia en la final contra la República Checa.
El tenis español logró 13 títulos ATP, los cinco de Nadal, dos de Robredo (Buenos Aires y Costa do Sauipe) y Albert Montañés (Bucarest y Estoril), uno de Verdasco (New Haven), de Juan Carlos Ferrero (Fez), Nicolás Almagro (Acapulco) y Guillermo García López (Kitzbuhel), para acabar con 12 representantes entre los cien primeros.
En el circuito femenino fue el año de la murciana María José Martínez, que se destapó con sus dos primeros títulos individuales en Bogotá y Bastad, y junto con Nuria Llagostera logró siete torneos de dobles: Bogotá, Acapulco, Barcelona, Palermo, Toronto, New Haven, y sobre todo el Masters disputado en Doha, para convertirse en la primera pareja totalmente española en apuntarse esta última competición.
Roger Federer completó una temporada estelar. No sólo recuperó el puesto de número uno, sino que ganó por fin Roland Garros y Wimbledon, y además seguidos, como hizo Nadal en 2008, además de sumar otro hito en su carrera al romper el récord de Pete Sampras con 15 títulos del Grand Slam.
El suizo estuvo en todas las finales de los Grandes, pero cayó en la de Australia frente a Nadal, y en la de Estados Unidos contra el argentino Juan Martín del Potro, en uno de los mejores partidos de la temporada. Federer además disfrutó de su vida privada, al casarse con su novia de siempre Mirka Vavrinec, y tener dos hijas, Myla Rose y Charlene Riva.
Del Potro despegó con la fuerza que viene apuntando en años anteriores, y después del último éxito argentino en Nueva York hace 32 años, con Guillermo Vilas, la Torre de Tandil hizo vibrar de nuevo a una nación. Ganó además los torneos de Washington y Auckland, y participó por segundo año consecutivo en el Masters, disputado esta vez en el O2 de Londres, donde fue finalista.
Juan Martín fue uno de los protagonistas del año, junto con el ruso Nikolay Davydenko, que se consagró Maestro, como también lo fue el británico Andy Murray, ganador de seis torneos: Doha, Rotterdam, Miami, Queens, Canadá y Valencia, y que durante tres semanas ocupó el segundo puesto mundial. El serbio Novak Djokovic se hizo con uno menos, París-Bercy, Basilea, Pekín, Belgrado y Dubai y acabó tercero.
Confesiones Retirado ya de la competición, el estadounidense Andre Agassi utilizó los peores recuerdos de su carrera para promocionar su autobiografía. Confesó que se había dopado con la droga sintética crystal meth, que su padre le suministró algo parecido al speed en sus años juveniles, y que dio positivo y la ATP tapó el asunto. También admitió que aborreció el tenis en algunos momentos y que jugó el Roland Garros de 1990 con una peluca, que usaba para disimular su creciente alopecia.
En féminas, el cambio de liderazgo también se produjo, y la estadounidense Serena Williams arrebató el puesto de número uno a la rusa Dinara Safina. Los triunfos en el Abierto de Australia, Wimbledon y Masters consolidaron a la menor de las Williams en la cúspide, aunque su incidente con una juez de silla en Nueva York, a la que amenazó de muerte, le acarreó una sanción de 175.000 dólares (unos 116.573 euros) y la advertencia de que sería suspendida en el US Open en 2010, 2011 ó 2012 si volvía a cometer alguna infracción en un torneo de Grand Slam.
Los torneos se repartieron de forma más equitativa, con la rusa Svetlana Kuznetsova ganando Roland Garros, y la incorporación de la danesa Caroline Wozniacki a la élite. Se produjo además el regreso de la belga Kim Clijsters a la competición, después de dos años y medio, ganando el Abierto de Estados Unidos y venciendo en ruta a las hermanas Williams, algo que dice mucho del nivel del circuito WTA, y una importante despedida, la de la francesa Amelie Mauresmo, ex número uno del mundo, que se fue sin su Roland Garros.
Italia ganó la Copa Federación al imponerse a una débil formación estadounidense en Reggio Calabria, y la belga Justine Henin, de 27 años, anunció su regreso a las pistas para 2010, una circunstancia que puede amenazar el dominio de Serena.